¡Navidad!: fin de la paternidad, según los anuncios míticos de Gabriel.

El primer anuncio de Gabriel es ante un varón, cuyo oficio es sacerdote (Lc. 1, 5-25).  Se le anuncia que tendrá un hijo, a través de su mujer estéril. Ambos ancianos.  Zacarías e Isabel.  Ella interpreta este embarazo, como una liberación del opropio, por no tener hijos.  Este anuncio significa, para el sacerdote y su mujer, un alivio ante la presión social, de lo que se espera de una vida de pareja, casi al final de sus existencias.  El fin de una etapa, personal, totalmente humillante.  

El segundo anuncio de Gabriel es ante una mujer (Lc. 1, 26-38).  La motivación por la que ella acepta, no es por el alivio del oprobio personal, ante su esterelidad.  La convence, con razones del bien común: "ocupará el trono de David".  Con todo el significado político y social que eso conlleva. Y como punto final, para lograr convencerla, habla de la relación ancianidad-esterilidad-embarazo de su pariente Isabel,  Dejarle claro, en este anuncio, que es el mismo Espíritu que ha puesto punto final al oprobio personal de su pariente y quiere dar comienzo a una nueva etapa, político-social, a través de María.   

¿Qué tiene que ver la religión en estos dos anuncios?  ¿Por qué anuncia primero a un varón y luego a una mujer?  ¿Cuál es el adviento, en estos dos anuncios? ¿Qué significa Navidad, según este esquema mítico?

El contraste es adrede, en ambos relatos míticos. Lo sagrado, religioso, a través del anuncio a Zacarías, es el fin de una etapa, donde lo único que se espera es la liberación de humilllaciones personales.  Vergüenza subjetiva.  Curiosamente, el énfasis está puesto en la vejez de ambos.  Es la maternidad obligada, por la fuerza de la convivencia de una pareja.  Lo que la sociedad espera: la obligación de tener hijos.  El fin de una religión que apoya el status quo. Aquí el varón tiene la supremacía.  Aquí el anuncio al varón es que será padre, como "debe ser". 

Lo sagrado, religioso, a través del anuncio a María es el comienzo de una etapa o propuesta, político-social.  Se pone el énfasis, en la historia de David y lo que sifnificó su reinado.  Es el cambio del status quo, de una sociedad anquilosada en la humillación patriarcal.  Un pueblo fragmentado entre oprimidos y opresores.  Es el comienzo de una religión, que apoya la justicia social. desde los más desfavorecidos. Aquí le da un valor, jamás visto, a la mujer.  Aquí el anuncio es que será madre, aunque "no conozco varón".   

Desde María, en adelante, la única manera de entender la sociedad, desde lo religioso, es a través de la maternidad, que es compartida con un varón.  En contraste con el acontecimiento a su pariente Isabel, que la paternidad es el móvil para entender la sociedad.  

Es decir, después del segundo anuncio de Gabriel, se vuelve al proyecto inicial de la humanidad.  Lo natural es que exista maternidad.  El varón comparte esta maternidad, en cada nacimiento.  ¿Será por eso que existe un solo padre y que a  nadie, en la tierra, podemos llamar padre?. Además, la motivación de esta maternidad, femenina-masculina, está motivada por el bien común.  Jamás por cuestiones personales.  La intersubjetividad, las relaciones entre toda la humanidad, es el esquema de esta maternidad, según los contextos, a partir de la alegría del Maginificat: "...derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes". 

Existe natividad cuando se concibe desde la maternidad, masculino-femenino. Es navidad cuando las motivaciones. por un comienzo nuevo, están apuntaladas por un cambio del status quo imperante. Desde la aparición, según el relato mítico, a María, la sociedad no tendría que ser igual.  La ética, tiene un valor que la religión no puede sustituir.  Jesús, es el resultado de la maternidad de María y José.  Y el anuncio de navidad, se hace realidad, cuando está pensado, programado, calculado para el bien común (intersubjetivo), y no para el bien personal (subjetivo).  

Cada niño que nace, en una relación de pareja, puede ser producto de dos elecciones: una relación patriarcal, caracterizada por lo caduco, vertical, opresor y liberación de culpas subjetivas.  O de una relación maternal, caracterizada por lo horizontal, el diálogo liberador de culpas inteersubjetivas, el cuidado del bien común.  Está última, no es solo parir para sobrepoblar el planeta, cuando esta dinámica ya no es parte del bien común.  Sino, sobre todo, fijarnos en el disfrute de la dinastía de David: desde el más pequeño y débil.  El permiso para la maternidad, no se mide sólo por la apuesta del nacimiento de un ser humano, sino por la capacidad de cuidar las relaciones intersubjetivas de toda la humanidad, en el planeta tierra.  La maternidad, en la propuesta de Gabriel a María-José, que no está motivada por traer hijos al mundo, sino por la capacidad de fomentar una vida feliz para todos, en esta casa llamada tierra.  El nacimiento de Jesús, es una manera de relacionarnos (ética), de practicar la maternidad (femenino-masculino) y de enfrentar el desafío de parir una sociedad nueva, que cuide la casa que habitamos (planeta).  Así las cosas, todos estamos llamados a embarazarnos, no para traer hijos al mundo, sino para hacer realidad la esperanza del segundo anuncio de Gabriel.                                   En ese sentido:¡FELIZ NAVIDAD!

RESUMEN: La navidad, como la entendemos, no existe desde una dimensión patriarcal.  Jesús es producto, de una decisión por la maternidad, femenino-masculino.  Si no pensamos en el bien común, entonces celebramos la navidad al estilo de una religión caduca, que ya no va más, en la humanidad, así como estamos hoy.  ¿Asumiremos el desafío, según el segundo anuncio de Gabriel, en esta celebración? 

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