La maternidad como memoria biológica y resistencia afectiva: diálogos entre evolución, deseo y poder
La maternidad ha sido históricamente abordada desde múltiples disciplinas: biología, antropología, sociología, psicología. Sin embargo, pocas veces se articula como experiencia afectiva que resiste y transforma. Mi conversación con Lucía Fernanda propone una lectura de la maternidad como memoria biológica inscrita en el cerebro humano, pero también como construcción social atravesada por el deseo, el poder y la violencia. A partir de un diálogo entre teoría y narrativa, se busca recuperar la dimensión ética y política del cuidado, especialmente en contextos donde el neoliberalismo ha instrumentalizado el cuerpo materno.
Desde una perspectiva evolutiva, la maternidad emerge como
estrategia de supervivencia. Según Buss
Este vínculo no era propiedad ni mandato. En los primeros
grupos humanos, el cuidado era colectivo, y la maternidad, una opción. Engels
Con el avance de la civilización, la maternidad fue
progresivamente colonizada por estructuras patriarcales. El cuerpo de la mujer
se convirtió en territorio de control, y el deseo de maternar en mandato
social. El matrimonio es una muestra de ello.
Donath
En el contexto neoliberal, esta colonización se intensifica.
La maternidad se convierte en mercancía, en expectativa productiva, en
sacrificio silencioso. Las mujeres son interpeladas por sistemas que exaltan el
amor materno mientras precarizan sus condiciones de vida. El deseo se
transforma en deuda, y el cuidado en carga; así lo ha internalizado con
estrategias psicológicas
A pesar de esta colonización, persiste una memoria afectiva
que resiste. El cerebro humano conserva la huella de millones de años de
ternura, de apego, de cuidado mutuo. Esta memoria no puede ser borrada por
decretos ni por sistemas. En ella, la maternidad se vuelve subversiva: cuando
se elige, cuando se vive desde el deseo, cuando se convierte en acto político
de amor.
Muraro y Boff
Lucía Fernanda afirma que el cuidado no se impone, se
ofrece. Que el amor no se exige, se construye. Que la ternura es una forma de
resistencia frente a un mundo que nos quiere productivos, desconectados,
eficientes. En su mirada, la maternidad se revela como posibilidad de sanar, de
acompañar, de transformar, con o sin hijos.
La maternidad, en su forma más profunda, no es mandato ni
imposición: es posibilidad ética. Es decisión que emerge del deseo, del
vínculo, de la memoria afectiva que habita en el cuerpo y en el lenguaje. En
tiempos donde el sistema insiste en convertir el cuidado en carga, el amor en
deuda y el cuerpo en recurso, elegir maternar —o no hacerlo— es un acto de
resistencia.
Recuperar la maternidad como opción, como deseo, como vínculo libre, es también recuperar la dignidad de lo humano. Es volver al origen, no para repetirlo, sino para transformarlo.
______________________________
Buss, D. M. (2021). La evolución del deseo.
Madrid: Alianza editorial.
Donath, O. (2016). #madres arrepentidas.
Barcelona: Reservoir Books.
Engels, F. (2019). El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado (2019 ed.). México D.F.: Berbera editores.
doi:9789707830448
Harari, Y. N. (2022). Sapiens. De animales a
dioses. Una breve historia de la humanidad. Barcelona: Debolsillo.
Maturana Romesín, Humberto – PÖRKSEN, Bernhard.
(2008). Del ser al hacer. Los orígenes de la biología del conocer.
Buenos Aires: GRANICA.
Muraro M. Rose – Boff, L. (2004). Femenino y
Masculino. Una nueva conciencia para el encuentro de las diferencias.
Madrid: TROTTA.
Turner, S. (2019). Psicología oscura. México
D.F.: Bravex Publications.
Comentarios