Buenas noches Mamá; religiosidad funcional e inferencias desacopladas.

Mujer y Varón.  Verónica Franz y Severin Fiala.  Guionistas y directores de "Buenas noches mamá".  Austriacos.  Han utilizado una técnica, que solo la había experimentado en la producción de David Machenzie, en el "final de los sentidos".  Se trata de dejar la pantalla en negro, por largo tiempo.  Se convierte en una reflexión profunda.  En adentrarnos al tema, de lo que nos están mostrando.  En este caso, se utilizó en más de tres oportunidades.  No es terror.  Es reflexión escalofriante, para desenmascarar nuestra manera de ver el mundo y analizar las convicciones personales.  Algo que no logra las tomas en primer plano.

Aunque ella y él, no lo hayan querido mostrar explícitamente, toda su inquietud y protesta ha logrado salir a la luz, a través de esta película.  Se trata de lo perverso que puede ser la dimensión psicológica de la religiosidad funcional, asociada a las inferencias desacopladas, de sus fundamentos.  Pero, ¿Qué quiere decir todo esto?

La psicología de la religiosidad funcional se mueve a través del exceso de ritos, para lograr negociar con la Divinidad, algún propósito que el ser humano desea.  Es decir, manipular la religión para los fines personales.  Por ello, los dos niños Lukas y Elías, rezan constantemente.  Negocian con la divinidad para lograr sus objetivos.  Hasta la canción favorita, que concentra la atención, en los momentos más cruciales de la película, se trata de una religiosidad funcional.  Esta misma dinámica, se traslada al mundo de las relaciones interpersonales, donde se exige pruebas para comprobar la autenticidad de alguien.  En este caso la mamá.  Pero, igual es si se trata de Dios. Verónica y Severin, deciden ir más allá.  Ella y él, proponen asociar, esta psicología, al proceso psíquico del desarrollo humano, sobre las inferencias desacopladas.  Es decir, en hablar con personas que no existen, como si fuera una realidad objetiva.  ¿Qué intentan decir con este ícono?

Que la adultez está estancada hablando con fantasmas.  Ya sea seres queridos muertos o, simplemente, la Divinidad imaginaria.  Llevado al extremo,  quiere decir: obligando a los demás a creer en personajes fantasiosos.  Así las cosas, terminan los dos personajes de las inferencias desacopladas, Lukas y Elías, obedeciendo  hacia un desenlace criminal,anulando todo sentimiento fraternal.  Al extremo, de matar, literalmente, al ser que más quieren: la mamá, en este caso.  Paradójicamente el padre, no existe en la película. Brilla por su ausencia.

La cruz, el sacerdote y la figura materna, juegan un rol importante, durante todo el desarrollo del film.  Además de representar una crítica fuerte contra la religiosidad funcional, que termina en un matricidio, con un canto religioso.  Por eso, el efecto de la pantalla negra, durante varios momentos, de la película.  Trata de lograr que, entre los espectadores, elaboren sus propias inferencias desacopladas.  Las escenas largas, propio del cine europeo, son muy bien empleadas en toda la película.

Llegados a este punto, pienso en la realidad peruana.  Pienso en la religiosidad funcional del Sodalicio de Vida Cristiana.  En el Opus Dei.  En diferentes movimientos como los catecúmenos, renovación carismática, entre otros de la misma rama.  Todos ellos, regulan el comportamiento a través de una negociación con la Divinidad, para lograr objetivos endogrupales o personales.  Para terminar, como culmina la película, con un canto religioso, matando al ser que tanto amamos: a nosotros mismos o a nuestra "madre".




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