Psicología de la religión y experiencia de enamoramiento

 Para el psicólogo, concentrado en el comportamiento humano producto de sus procesos mentales, es imprescindible abordar el pensamiento y comportamiento religioso, como otra dimensión humana.  Entonces, no es la religión objeto de estudio y abordaje de la psicología, sino el comportamiento religioso que revela la manera de pensar, los paradigmas mentales de la persona.  Esta dimensión es muy positiva cuando ayuda a la trascendencia de las personas.  ¿Qué entendemos los psicólogos como trascendencia?  La capacidad humana de romper los límites para crecer y desarrollar todas las potencialidades humanas para vivir en una situación de bienestar.  Por ejemplo, cuando se viaja fuera del lugar donde se vive con los parientes, por un largo tiempo, para mejorar profesionalmente o mejorar las condiciones de vida. Cuando se decide aprender una nueva lengua, para comunicarse con otras personas que hablan otros idiomas.  Algo que fomentamos mucho en la psicoterapia.  La religión es un recurso personal y comunitario, que ayuda muchas veces a fomentar este crecimiento totalmente humano y en consecuencia se obtiene un estado de bienestar y felicidad.  ¿Hay algo que impida lograr esta capacidad, desde la psicología de la religión?  Claro que sí. 

El estado de bienestar lo medimos en psicología no por ausencia de enfermedad, sino por los elementos personales, o comunitarios, que tienen las personas para afrontar cualquier dificultad y superarla, que, aunque esté presente el obstáculo se sigue creciendo y rompiendo todos los límites para ser mejores.  En ese sentido, hay muchos engaños de la mente, que hacen creer que se está creciendo y mejorando, cuando en realidad se permanece en el mismo estado sin poder salir.  A este fenómeno los psicólogos le denominamos fijación (ÁVILA, 2003), anclaje (KAHNEMAN, 2019) o pseudo trascendencia. ¿Cómo se puede dar cuenta la persona que está en esa situación psicológica?  Cuando se vive una experiencia de apariencia de bienestar y felicidad, personalmente. Por ejemplo, cada vez que se imita a un artista de televisión de teatro, televisión o cine, en su forma de vestir, peinar y comportarse.  Esto sucede en cada etapa de las modas temporales.  En mi tiempo fue John Travolta con la música de los Bee Gees.  Ahora son los Stray Kids.  Toda esta imitación, produce los mismos efectos que el cannabis o cualquier alucinógeno: la persona se siente feliz, eufórico, en un estado de aparente bienestar.  Incluso, a nivel cerebral produce los mismos neurotransmisores que dan origen a esas sensaciones psicológicas.  Cada vez necesita ir aumentando e incorporando nuevos elementos a su imitación para producir esta sensación.  Algunas conductas religiosas actúan a este nivel, cuando llegan a una exageración como cualquier imitación de la que hablamos.  Pero ¿Cómo se puede dar cuenta el psicólogo, o cualquier persona, que está viviendo un estado de pseudotrascendencia?  Cuando le impide vivir la cotidianidad de la vida.  Por ejemplo, no puede almorzar con sus parientes, porque en ese momento se trasmite un vídeo del artista favorito.  No puede trabajar porque está mirando en el celular las últimas noticias de John Travolta, los Bee Gees o los Stray Kids y sus nuevos peinados.  Cuando no puede estudiar o trabajar porque en ese momento le toca escuchar, ver y rezar el rosario por zoom, menos atender la llamada por muy emergencia que pueda ser, porque es su hora de misa, culto, virtual o presencial. En esas circunstancias, la persona no puede romper los límites para mejorar en su vida y desarrollarse como ser humano, contrariamente a lo que podría ayudarle una práctica religiosa adecuada.  ¿Cómo se produce esta fijación, anclaje o pseudotrascendencia, según la psicología de la religión?

Durante todas sus etapas de desarrollo desde que son concebidos hasta la madurez en el final de sus días.  Me voy a centrar en una parte de este desarrollo, por la brevedad del espacio en el blog.  Hay una etapa cuando se tiene pensamiento pre-operacional.  Es decir, cuando aún no tiene consistencia lógica el pensamiento.  Por ejemplo, cuando aún no hay coherencia a todo un relato e inventa situaciones.  El niño comienza a ensayar ese ejercicio lógico. Por ejemplo, juega con la cuchara llena de alimentos y piensa que es un avión, que despega desde su plato y vuela haciendo ondas, aterrizando en su boca y le pone el alimento.  El niño se alimenta jugando y creyendo que es un Boeing 787 (WIKIPEDIA, 2021), avión ultramoderno, que le deja el alimento en su boca. O puede ver a su mamá levantando la mesa de la cocina y llevarla a otro lado, y cree que su madre tiene poderes como Goku (CRUZ, 2020), porque él no podría mover esa mesa.  Este ensayo de la mente infantil es vital para dar paso a su pensamiento más lógico.  Se denomina inferencias desacopladas.  Porque su imaginación trabaja con elementos de su realidad, para dar consistencia lógica a su pensamiento mágico, habla solo y hasta tiene amigos imaginarios.  Cuando en esta etapa, se le enseña cuestiones de la religión y a una divinidad que todo lo puede, el niño imagina que es tan poderoso ese Dios como el avión o Goku o su madre.  Y así se le graba para toda su vida.  Porque así se lo enseñó una persona que afectivamente es muy cercana: su abuelita, madre, papá o persona que le cuida y lo quiere.  Cuando mejora en otros aspectos de su pensamiento, esta área ha creado una fijación o anclaje, que difícilmente podrá explicar otras situaciones de la vida que no sea con su pensamiento infantil.  Así, no se explica por qué hay hambre en el mundo si Dios es poderoso.  Su respuesta es porque el ser humano se porta mal o es un pecador y les ha puesto un gobernante malo para que se arrepientan y aprendan.  No hará nada por cambiar esa situación (BUTLER, Judith - ATHANASIOU, Athena, 2017).  Eso es pseudotrascendencia. Nunca podrá ver las fortalezas que tiene para cambiar esa situación y seguirá rezando para que todo cambie, porque será su prioridad.  Y si ha prometido no cometer pecado con el sexo, no tendrá enamorada y cuando esto suceda, se fijará en una imagen para que le de fuerza en no enamorarse de alguien que no sea imagen que tiene en su cabeza y no sentir la realidad que vive, como lo ha graficado verbalmente un candidato a la presidencia del Perú (NoticiasPerú, 2021).  O se dará chicotes y castigos, porque así sufrió Jesucristo o la divinidad de la religión que practique.  Se mantendrá en la imitación (fijación, anclaje, pseudotrascendencia), en su pensamiento infantil, aún cuando ya sea un adulto. Así como el niño es altamente manipulador, autoritario y hasta violento con sus berrinches, así es el adulto con esta psicología religiosa. ¿Cómo darnos cuenta de la madurez en el comportamiento religioso?

Cuando entramos a la vivencia de la espiritualidad, superando la religión.  Todas las religiones funcionan para lograr este fin.  La espiritualidad es la práctica de lo que se conoce como misericordia, paz, tranquilidad, confianza.  Se alcanza el bienestar como estado de vida.  Por ejemplo, cuando se da la vida por lograr esos estados para sí mismo y los demás.  Ejemplos tenemos un montón: los líderes religiosos más conocidos, o los pueblos andinos con su práctica de la Pachamama, que hacen mejoras en sus cultivos y pastean sus ganados con esa esperanza de mejorar ellos o sus futuras generaciones.  ¿Qué aspecto de la vida nos prepara para este comportamiento?  El enamoramiento.  Cuando se deja fluir el enamoramiento, en todas sus etapas, ayuda a vivir este aspecto de trascendencia, porque se sale de sí mismo hacia la otra persona.  Cuando se reprime el enamoramiento hacia alguien real, el cerebro no conduce a la práctica de la espiritualidad, donde se pueda admirar a las personas, la naturaleza, el cosmos, independientemente si se es religioso o no.  Entonces todo es venerado, respetado y se busca que ayude al bienestar personal y de los otros. Por ejemplo, se es espiritual cuando se defiende un paisaje natural, cultura, antropología ancestral de cualquier abuso en nombre de la modernidad, como lo hace un grupo en el caso de Chinchero (Cusco), independientemente de toda creencia religiosa. Entonces, me pregunto como psicoterapeuta: El paciente que tengo frente a mi ¿Está viviendo una experiencia de trascendencia o pseudo trascendencia en su religión?... emprendemos el camino al bienestar (SELIGMAN, 2018) para potenciar sus fortalezas y no haga daño a los demás.

Arco de Santa Ana - Cusco. Foto de Pablo Del Valle

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ÁVILA, A. (2003). Para conocer la Psicología de la religión. Navarra: Verbo Divino.

BUTLER, Judith - ATHANASIOU, Athena. (2017). Desposesión: lo performativo en lo político. Buenos Aires: Eterna Cadencia.

CRUZ, J. (2020 de mayo de 2020). youtube. Obtenido de youtube.com: https://www.youtube.com/watch?v=jZP4Iah-1jE

KAHNEMAN, D. (2019). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: DEBOLSILLO.

NoticiasPerú. (Marzo de 2021). NOTICIAS PERÚ. Obtenido de youtube.com: https://www.youtube.com/watch?v=pHRVdXHs-p4

SELIGMAN, M. E. (2018). El circuito de la esperanza. El viaje de un psicólogo de la desesperanza al optimismo. Barcelona: B.

WIKIPEDIA. (08 de marzo de 2021). es.wikipedia.org. Obtenido de https://es.wikipedia.org/wiki/Boeing_787

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