Psicología de un maleficio: el Oxígeno medicinal en Perú.

Eran las 12:15 de medio día.  Su voz la sentía resquebrajada.  Me llamaba desde el otro lado del Perú.  La amistad que tengo con Carlos está probada en las situaciones más adversas que se pueden imaginar. Tenía que llevar a su padre a casa.  Todos debían salir de allí para dejarlos solos. Su padre se había infectado del Coronavirus y debía atenderlo.  Literalmente, la casa donde había vivido toda su infancia y juventud se convertía en un hospital.  No podía llevarlo a ningún establecimiento de salud, porque estaban colapsados.  Carlos lloró amargamente ese medio día por teléfono.  Yo también.  Su angustia era la falta de balones de oxígeno.  Sólo tenía uno.  Sabía que necesitaba otro.  Jesús, su hermano, iba en camino, para estar con ellos, con su experiencia de médico.  Sin oxígeno toda ayuda era infructuosa.  Me sentía en la imperiosa necesidad de buscar la manera de conseguir otro, a través de la red de amigos del sur del Perú.  Pero ¿Por qué sentía también tanta rabia por dentro?

Recordaba las palabras de uno de los ex presidentes del Perú, de quien se sospechaba era uno de los más corruptos de la historia Republicana.  No se le llegó a probar nada, excepto la liberación de decenas de narcotraficantes de la cárcel.  El resto de los delitos jamás llegaron a probarse, porque se suicidó.  No era eso lo que recordaba, sino las palabras que dejó, alineado a la psicología de delincuente: “Dejo mi cadáver como muestra del desprecio a mis adversarios.” (Redacción, 2019).  Así fue.  Miles de peruanos murieron, uno a uno, sin poder ser atendidos.  Aquella frase fue la profecía autocumplida para los peruanxs, a quienes realmente despreciaba.  Miles de muertos por la Covid-19, que aún siguen cayendo en la segunda ola que experimentamos.  ¿Qué tiene que ver esa frase con mi rabia y la muerte de peruanxs por covid-19?

Carlos tenía que madrugar y formar una cola inmensa, para conseguir oxígeno medicinal.  Mientras tanto, su padre tenía que quedarse con un balón de oxígeno en casa.  Leonardo, quien también estaba contagiado, sin síntomas agresivos, tuvo que prestarme su balón de oxígeno, para no perder el ritmo de oxigenar al papá de Carlos. Lo imaginaba, como me lo contó Lucía, esposa de Leonardo: “vino tu amigo Carlos a recoger el balón.  Estaba solo.  Bajó ese oxígeno al hombro, desde el cuarto piso del edificio donde vivo…”  Al colgar el teléfono, lloré una vez más, porque sentí la soledad y angustia de mi amigo y la de miles de peruanxs, propia de esta maldita pandemia.  Ningún peruano debió morir por falta de oxígeno.  Hace algunos años, cuando trabajaba en algunas clínicas del Perú, esto no era un problema para nadie.  La producción de oxígeno medicinal era tan normal y podía abastecerse, porque cada institución podía tener la producción de oxigeno al costado de su establecimiento (CABRERA MARINA, 2020).  Por eso sentía rabia.  ¿Cuándo cambiaron las cosas, con el oxígeno para la salud de los peruanxs?

Dos empresas importantes en el Perú: LINDE, alemana, y Air products, norteamericana (noticias, 2020).  Ambas estaban sometidas a un proceso sancionador por Indecopi.  La organización que multa a empresas cuando trasgreden normas de mercado.  Sanción que implicaba millones.  Cuando de repente, se publicó una Resolución Ministerial 062-2010-MINSA, donde se decidía cambiar la pureza del oxígeno medicinal de 99% a 100%. ¿Qué significa esto?  Que las empresas peruanas que producían oxígeno medicinal de pureza entre 93% y 95%, quedaban fuera de ese mercado.  No podían competir, porque la elaboración de ese grado de pureza que exigía la norma era muy costosa.  ¿Ese oxígeno medicinal, con menos rango de pureza sirve para los hospitales?  Por supuesto que sí.  La eficacia es la misma.  Gracias a esa resolución, firmada por el presidente suicida Alán García Pérez y el Ministro de Salud, Oscar Ugarte.  Ambos, hicieron posible, años después, que el “cadáver” del presidente fuera la expresión de desprecio a los peruanxs, como lo experimentamos hoy, como una maleficio producto de la corrupción.  Y, ¿Qué pasó con el papá de Carlos?

La maldición no se hizo realidad en el papá de Carlos. Salió adelante, después de dos meses de agonía. Sin embargo, cientos de amigxs nuestros ven morir a sus familiares porque no son aceptados en los hospitales, falta oxígeno medicinal.  Nadie en el Perú se explica que había pasado con el oxígeno medicinal.  El Gobierno de turno, en plena pandemia, tuvo que emitir un decreto de urgencia para que temporalmente pueda fabricarse oxígeno medicinal a 93% y 95% de pureza.  Solo por la urgencia.  Cuando termine la pandemia, con la vacuna que ha comenzado a aplicarse a los ciudadanos, volverá al monopolio del oxígeno por esas dos empresas extranjeras.  Cuando pienso en el sufrimiento de tantos Carlos en el Perú, no puedo de dejar de sentir rabia por el presidente suicida, por el ministro corrupto servil, que hoy ocupa el mismo cargo, en el Presidente que emitió el decreto de urgencia temporal, Martín Vizcarra, quien se vacunó en secreto con todos los que quisieron, antes que la vacuna llegara oficialmente.  Siento la miseria de sus vidas.  Siento que el “cadáver” sigue siendo la muestra del “desprecio” a todos los “adversarios”, que para ellos somos todxs los peruanxs. 

También siento a los más de dos mil millones de muertos en el mundo por la pandemia, que se levantan, se incorporan “lentamente, abrazando al primer hombre; echándose a andar…” parafraseando a César Vallejo, revirtiendo el conjuro de la miseria de quienes ostentan el poder con la sangre de los ciudadanos. Que nunca más un Presidente del Perú tenga que suplicar a la empresa privada ayuda por oxígeno medicinal, para que no mueran sus ciudadanos. Siento la psicología de la esperanza nacer por todos lados, para desnudar a los líderes políticos en su práctica nefasta de un neoliberalismo capitalista denigrante, psicológicamente involutivo. ¿Qué significa esto?  Que el problema de la corrupción es un sistema, que no se arregla con reformas, sino de raíz: cambiándolo para que deje de ser el “cadáver como muestra del desprecio…” lo más primitivo de una mente psicológicamente criminal.

Imagen de gob.pe 20/03/2011

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CABRERA MARINA, B. (15 de junio de 2020). diariovoces. Obtenido de diariovoces.com.pe: https://www.diariovoces.com.pe/158944/historia-siniestra-medida-favorece-monopolio-oxigeno

noticias. (20 de junio de 2020). comprasestatales. Obtenido de comprasestatales.org: https://comprasestatales.org/empresa-de-oxigeno-duplico-ventas-al-estado-con-norma-de-alan-garcia/#:~:text=Mediante%20la%20Resoluci%C3%B3n%20Ministerial%20N,controlaban%20el%2090%25%20del%20mercado.

Redacción. (19 de 04 de 2019). diariogestión. Obtenido de gestion.pe: https://gestion.pe/peru/alan-garcia-dejo-mi-cadaver-muestra-desprecio-mis-adversarios-nndc-264626-noticia/?ref=gesr

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