Laura. Psicología del Placer, entrega y sentido.

Comer, bailar y caminar.  Son las tres actividades escogidas por Laura de una lista larga de aquellas que le causan placer, entrega y sentido (PES).  Las ha planificado de tal manera, como para no dejar duda que le agrada grandemente, con el solo hecho de imaginar. Por eso, veo los ojos de Laura humedecidos de emoción al hacer este programa. En psicoterapia sabemos, que cuando se llega a esta parte del camino terapéutico, aflora la endorfina que necesitamos para experimentar el bienestar.  ¿Qué son las endorfinas?  Son sustancias químicas (neurotransmisores) que facilitan las respuestas que damos ante determinadas circunstancias.  La consecuencia psicológica de la producción de endorfina son la confianza, tranquilidad y paz que se siente en la vida.  La ausencia de ella, produce todo lo contrario.  Laura comenta cada una de sus actividades, con unos detalles increíbles.  Saldrá a comer con Ramiro, un amigo colega.  Comerán anticuchos, en un lugar cerca de casa, donde irán caminando.  Cuando quedan para salir, él la va a recoger.  Se cuentan sus cosas.  Se sentarán en la mesa que está al lado izquierdo del mostrador.  Es posible que también coman chancho al palo y que ella no pueda consumir todo el plato que sirven.  Siempre Ramiro terminará lo que queda.  Se ríe a carcajada limpia, mientras me relata ese episodio.  Lo hará, antes que comience la cuarentena estricta que tanto se habla, en estos días.  Mientras me relata esta actividad, recuerdo su indefensión aprendida (SELIGMAN, 2000), que hemos tenido que enfrentar en sesiones anteriores.  ¿De qué se trata eso?

Él es mucho mayor que yo.  Estaba en los primeros años de universidad.  La primera vez que me sentí humillada, estábamos acostados, desnudos, cuando recibió una llamada.  Se levantó y escuché toda la conversación.  Hablaba con cariño y le decía que en unos minutos estaba con ella.  No sabía qué hacer.  Me vestí y no le mostré que quería llorar.  Me despedí y no me dijo nada.  Para él fue normal.  Desde ese día, los maltratos fueron continuos.  Amenazaba con publicar algunos vídeos íntimos míos, si yo lo dejaba.  Me golpeó dos veces, cuando intenté reclamarle… No sabía a quién recurrir.  Mis padres estaban separados.  No sabía cómo salir de ese infierno de relación que duró más de cinco años…

Ya no se hablaba más de eso, después de haber hecho algunos ejercicios psicoterapéuticos.  Ahora estábamos intentando restablecer la esperanza, como mecanismo de bienestar personal.  Por ello, el énfasis en lo que pueda causarle placer.  Aquellas actividades simples de la vida que producen placer en Laura.  La sensación de estar a gusto con lo que se hace, hasta disfrutar al máximo.  Igualmente, se Entrega a hacerlo.  Precisamente porque le gusta y disfruta.  En ese ritmo, encontrar Sentido en lo que realiza.  El PES (SELIGMAN M. E., 2011), que los psicólogos practicamos ante vivencias como la de Laura. Por ello, su segunda actividad es Bailar.  Quiere recordar la música de Axe Baia.  Sonríe al recordar esos años en que bailaba hasta morir con esa música.  Lo planifica con su amiga.  En la sala grande de su casa, en coreografía.  Aquellas canciones como: “Un zombi sexi”, “cha, cha, cha”… Lo hará un domingo a mediodía.  Bailarán hasta cansarse, agotarse, como los viejos tiempos.  Se muere de risa, cuando su madre a escondidas las grababa bailando, en plena adolescencia.  Mientras Laura relata esos detalles de su programa de baile, recuerdo aquella sesión donde abordamos la relación de sus padres y el tema de su salud que tuvo que enfrentar:

Estaba muy pequeña esperando a mi padre, con mi falda blue jean, que quería mostrarle.  De pronto, llegó y corrí para abrazarlo, pero me hizo a un costado.  Mi hermana estaba en la sala y me abrazó.  Él entró a la habitación de mi madre, muy serio.  Escuchamos gritos y un golpe fuerte.  Mi padre la había golpeado.  Al poco tiempo se separaron.  Me acuerdo de todos los detalles.  Es un recuerdo frecuente en mi vida.  Hasta hoy no dejo de llorar por eso.  Luego, cuando estuve en esa relación violenta, me enfermé.  Fui a un hospital de la capital.  Mi padre jamás llegó, ni preguntó por mí.   Me sentí completamente sola. Mi hermana siempre estuvo a mi lado, igual mi madre.  Pero no era lo mismo.  Tenía que recuperarme, terminar la universidad y salir adelante, contra viento y marea…

Mientras elabora el PES, pudo hablar con su padre sobre aquellos acontecimientos.  Perdonarlo.  Quitarse la sombra, con un esfuerzo de razonar y llevar al pensamiento más profundo, rompiendo la pereza psicológica cerebral de no enfrentar lo que necesita ser re-pensado, sin respuestas automáticas, que nos lleven a error (LEWIS, 2017). Aquel día se abrazaron y él comenzó a llamarla frecuentemente.  Una nueva relación con la masculinidad de origen.  La esperanza comienza a aflorar en su piel y pensamiento.  Por ello, relata con entusiasmo su tercera actividad: Caminar.  Saldrá con sus audífonos escuchando siempre a Axe Bahia, entre otros. Aquella música que para ella es antigua y que para mí, es totalmente nueva.  Caminará por el malecón, hasta llegar al centro de la ciudad. Comprará algo, aprovechando las fiestas navideñas.  Mirará con libertad la ciudad y su gente.  Porque mientras se camina, se puede razonar al ritmo de la caminata.  Pienso, en los resultados del informe sobre la felicidad que nos entrega año tras año, las investigaciones estadísticas de los 156 países que integran la ONU (Austral, 2019), que se manifiesta en cada ser humano, rasgo subjetivo a lo que apunta la psicoterapia, como trabajo artesanal en cada mente, para enfrentar los obstáculos que se presentan en la vida. Puedo ver en Laura que sus ojos se engrandecen y muestra una sonrisa amplia, de tal manera, que puede enfrentar a nuevos pretendientes, diciendo lo que le gusta o no.  Poniendo límites a sus relaciones.  A punto, de entrar a la parte final de las sesiones, para elaborar un programa de vida.  Entonces siento que la esperanza y la felicidad, no es imposible para la ciencia de la psicología, en tiempos como los que vivimos. Quizá todos tengamos que elaborar un programa del PES al estilo de Laura, para emprender nuevas rutas que nos lleven al bienestar. 

¿Te acuerdas del chico que te conté?  Ya no va más –se ríe con mucha sinceridad- la libertad y el amor, no los cambio por nada… no veo la hora de comenzar a bailar, caminar y salir a comer. Me muero por contarte los sueños que he comenzado a tener.  Nos vemos en la próxima sesión…

Pintura de Juan Rodolfo López Ávila

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Austral, Universidad. (2019). Exponasión/datosmacro.com. Obtenido de datosmacro.com: https://datosmacro.expansion.com/demografia/indice-felicidad

LEWIS, M. (2017). El de dentro. En M. LEWIS, Deshaciendo errores. Kahneman, Tversky y la amistad que nos enseñó cómo funciona la mente (pág. 104). Barcelona: DEBATE.

SELIGMAN, M. E. (2000). Contrabilidad. En M. SELIGMAN, Indefensión aprendida (pág. 27). Barcelona: DEBATE.

SELIGMAN, M. E. (2011). La auténtica felicidad. En M. SELIGMAN, La vida que florece (págs. 26-27). Barcelona: Ediciones B. 

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