Ética, psicología y educación, desde Portachuelo.

Hace veinte días estuve en un Centro Educativo (CE), de primaria y secundaria, en Portachuelo.  Esto queda a dos horas, caminando, de Chalaco.  La sierra de Piura.  Por supuesto, tuve que caminar una hora más que los lugareños, para llegar allí.  El CE tiene una infraestructura moderna, que contrasta con la pobreza del entorno.  Me llamó la atención una parabólica, para tener conexión a Internet.  Asimismo, la sala con varias computadoras, destinada para los alumnos.  Por supuesto, no funcionaban y tampoco se podía conectar a Internet, desde hace más de un año.  Fue un proyecto sin mantenimiento. Los profesores viven en una casa alquilada, con un baño común improvisado.  En casa de una vecina del colegio.  Aproximadamente más de 10 profesores, para el pueblo.
  
Cuando uno mira este tipo de contraste, entonces es fácil darse cuenta el paradigma sobre educación que mantiene este tipo de infraestructura.  El expositor anterior ha mencionado a Paulo Freire.  En sintonía con ese punto de vista, puedo afirmar que el paradigma de Educación que existe, es lo que Paulo Freire denominaba educación bancaria.  Es decir, que la única misión del Educador es acumular información a los educandos.  Dijo esto, hace más de 40 años, aproximadamente.  En ese paradigma, la convivencia entre educadores y alumnos, no se toma en cuenta.  La relación es funcional: acumular conocimientos en alguien que está vacío mentalmente.  Ese sistema responde a fines instrumentales políticos, propio de un sistema de consumo voraz, como el que vivimos.  Promueve lo que hoy conocemos, en psicología, como aprendizaje de la pobreza, sin más.

Por eso, quiero centrar este momento de mi exposición en tres ejes: ética, psicología y habilidades blandas.  En ese orden de prioridades.  La ética, porque vivimos en un contexto, cuyos resultados de esta educación bancaria, está mostrando la peor cara de la historia de la corrupción en Perú, Latinoamérica y Europa también.  Psicología, porque las herramientas propuestas por esta ciencia, no están siendo utilizadas en beneficio del desarrollo personal, sino manipuladas para intereses mezquinos de grupos de poder.  Habilidades blandas, porque es el énfasis que necesita el sistema educativo, para transformar la realidad socio-cultural de nuestros pueblos.  Por ello, pongo énfasis en la dimensión humana plurirelacional.  Quisiera hacer resonar este auditorio desde mi experiencia ante organizaciones gremiales, académicas, profesores y alumnos de pedagogía, aquí presentes. 
   
Educar es convivir afirma Humberto Maturana.  En un clima pedagógico, esto significa que profesores, alumnos, personal administrativo y demás, forman una comunidad de convivientes.  Se educa cuando se vive con alguien.  Este tipo de relaciones implica relaciones horizontales, que necesitan de una infraestructura adecuada.  Cuando esto es así, entonces las condiciones en las que vive los profesionales en pedagogía, sobre todo en pueblos alejados, como Portachuelo, tendría que tener mejores condiciones, por las que el Estado, las organizaciones gremiales y políticas, tendrían que preocuparse por el bien común.  Porque los profesores son el referente de esa comunidad educativa y llegan desde las ciudades hasta esos bellos pueblos pobres.  Estas condiciones son básicas, porque nos permite adecuar condiciones de dignidad ética tanto para profesores como alumnos.  Además desarrollar todas nuestras emociones, en un clima favorable de interrelaciones.  Por ello, tendríamos que estar entrenados para relacionarnos con varios escenarios, o mundos, y potenciar la dimensión humana plurirelacional.  ¿Cuáles son esos mundos con los que nos relacionamos desde los tres ejes propuestos?

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El mundo natural.  Es imprescindible convivir con la naturaleza hoy.  No podemos vivir en una actitud indiferente al mundo natural.  Las relaciones horizontales nos exigen asumir nuevos mecanismos psicológicos de solidaridad con esta dimensión relacional: humanidad-naturaleza.  El mundo afectivo, como movimiento subjetivo de la interrelación, directamente comprometido con las emociones, es la base para cualquier sistema educativo.  No se aprende lo que no nos emociona.  El mundo noético, que tiene que ver con la capacidad de nuestras fantasías.  Según los estudios en psicología, cada cinco minutos nuestro cerebros nos pone en modo fantasía.  Este mecanismo automático de nuestra psicología, nos permite la creatividad, tan necesaria para transformar el entorno y mejorar nuestra convivencia.  Relacionarnos con la fantasía, necesita de un entrenamiento relacional, que nos libere de los prejuicios y cargas morales, para evitar represiones y fijaciones que impiden el desarrollo humano.  El mundo tecnológico, expresado no solo en las computadoras, celulares (móviles), Internet entre otros, sino también la tecnología que hacemos con nuestras manos, que nos ayudan en nuestros quehaceres cotidianos.  Todo lo que hemos inventado para hacernos la vida más fácil.  En neuropsicología, se le conoce como el exocerebro, para ayudarnos a completar el algoritmo, método, que necesita nuestra psique para adaptarse-acomodarse a cualquier contexto.  El mundo reflexivo, que nos permite cultivar un pensamiento crítico frente a la vida.  La filosofía no puede estar guardada o enclaustrada, como uso intelectual de unos pocos.  Tiene que ser entrenada desde el comienzo de las etapas educativas, para lograr desarrollar mejor nuestra manera de pensar re-crear el entorno.  Finalmente, el mundo trascendente.  Cuando mencionamos en psicología esta dimensión no nos estamos refiriendo a la divinidad o los santos de cualquier devoción.  ¡No!  Es la dimensión psicológica que nos invita a romper cualquier límite, para avanzar hacia nuevos horizontes o retos que nos presente la vida. 

La globalización no es un monstruo al que debemos temer.  Es una dimensión hacia la que hay que caminar, para salir de nuestra letargo y estancamiento, que nos permita mejores condiciones de vida, en un clima de bienestar.  Los gremios, instituciones educativas y Gobierno, tienen que estar pendientes también en hacer realidad mejores condiciones de vivienda para los profesores alejados de las ciudades, porque de ese bienestar depende, el liderazgo que favorezca la plurirelacionalidad que tanto necesitamos en este momento.  Situaciones como la de Portachuelo, tendrían que estar resueltas a mediano plazo, si queremos avanzar en contextos de globalización. 

Muchas gracias por su atención.
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* Exposición para una mesa de diálogo en el Congreso Internacional de Educación: "Retos de la educación en un mundo globalizado". Universidad Nacional de Piura. Piura, 30 de julio de 2018.

MATURANA ROMESÍN, Humberto – PÖRKSEN, Bernhard . (2008). Del ser al hacer. Los orígenes de la biología del conocer. Buenos Aires: GRANICA.

BARTHA, R. (2010). Antropología del cerebro. México D.F.: Fondo de Cultura económica.

TORRALBA ROSELLÓ, F. (2006). ¿Qué es la dignidad humana?; ensayo sobre PETER singer, Hugo Tristram Engelhardt y John Harris. Barcelona: Herder.

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