Alejandro Toledo: Moral pre-convencional vs ética post-convencional.

La derrota electoral del gobierno autoritario de Alberto Fujimori, fue gracias a Toledo, sin lugar a dudas.  Este hecho devolvió la esperanza al Perú.  Alejandro Toledo, significó salir de una historia de abuso de poder, asesinatos, robos y corrupción, en las altas esferas del Gobierno, para entrar a una nueva etapa.  Este acontecimiento se puede comparar al informe publicado el año 1826 en Londres, Secret Expedition to Peru, por el el capitán de Navío Antonio de Ulloa, escrito entre 1748-1749 (QUIROZ, 2013, págs. 47-48), donde se explicaba los altos niveles de corrupción en el Virreinato del Perú.   Causó un impacto tremendo en la Corona Española y en el germen de la autonomía de los nacientes países Iberoamericanos.

Todo hacía pensar que el Perú comenzaba una nueva historia moral, basada en la transparencia y honestidad política.  Nos ilusionarnos hasta llegar a pensar que por fin se había hecho justicia, desde que Túpac Amarú, inició su lucha contra la corrupción de los funcionarios españoles en la época de la Colonia. Creímos que se había escuchado, a través de Toledo, el grito de Fernando, el hijo de Túpac Amarú, que con sus diez años apenas, contemplaba el descuartizamiento de su padre, en Cusco (WALKER, 2015, pág. 219).  De ahí, el entusiasmo de la marcha de los Cuatro Suyos y el posterior ritual de Toledo en Cusco, al tomar la presidencia del Perú (Emol, 2001).  Estos acontecimientos, era el inicio de una etapa post-convencional del desarrollo del juicio moral, en la ciudadanía peruana.  Después de una atroz guerra interna, marcada por el terrorismo de Sendero Luminoso y las masacres perpetradas durante el Gobierno Fujimorista.  Porque la justicia, solo se puede entender desde el nivel psicológico postconvencional.  Hoy tanto el líder terrorista, como el ex presidente Fujimori, están presos por delitos de lesa humanidad.  Un ejemplo para todo el mundo, del grado de pensamiento moral, expresado en sus leyes y proceso judiciales del Perú.  Toledo significó todo este resumen de autonomía jurídica y moral.

Cuando escribo estas líneas, no puedo dejar de pensar en las mentiras que cayó constantemente el ex presidente Alejandro Toledo, después del escándalo de la hija concebida fuera del matrimonio.  Toledo negó públicamente ser padre de la niña Zarai (Caretas, 2001).  Comenzó así, una letanía de mentiras, propias de una moral pre-convencional, de tipo instrumental (PALACIOS, 2011).  Llegar, y permanecer en la presidencia, tenía que ser la herencia de un rosario de mentiras, engaños, fraude, que contradecía el nivel académico y teórico, de una postura moral post-convencional en su pensamiento ético.  Sus actos, no correspondían a una ética que exigía el Perú, después de una historia violenta y altamente corrupta en las esferas de gobierno.

Hoy, después de comprobar, en primera instancia, la justicia peruana el fraude de Toledo, a través del delito de robo durante su gobierno, se escribe otra página de la historia moral en el Perú.  La psicología ha demostrado que nuestro pensamiento tiende siempre a dar respuestas rápidas en los cálculos matemáticos, para evitar cualquier pérdida y protegerse.  A tal punto, es esta afirmación, que si tenemos un legado histórico de corrupción, nuestro cerebro está predispuesto a pensar de esa manera, con lo que se conoce, coloquialmente, como el “vivo”, “pendejo”.  Es decir, si estamos hambrientos, seremos más sensibles para imaginarnos diferentes platos de comida en todas partes, hasta leer en cualquier texto, mi plato favorito: cuy, chicharrón, etc.  Esto es lo que se denomina priming (KAHNEMAN, 2012).  Por ello, el dinero no le fue ajeno.  La coima le era muy familiar.  El robo estaba en su mente, como en sus actos, a pesar de todo el discurso moralista post-convencional, que manejaba el ex presidente Alejandro Toledo.  Lo que nos demuestra, una vez más, que el discurso ético, no es la garantía de una acción éticamente correcta, de aquel que pronuncia el discurso.  Desgraciadamente, lo venimos comprobando en Perú, y Latinoamérica, en las últimas décadas.  Así, podemos encontrar el espectáculo lamentable de una ex primera dama, e hija de Alberto Fujimori, hablando en contra de la corrupción (RAMOS, 2017).  Pero, recuerden que nuestro pensamiento se basa en el cálculo a la pérdida, y no a la ganancia que podemos explotar de todo estos acontecimientos.  Pero, ¿Qué ganancia podemos explotar, en todo este proceso nauseabundo?

Que estamos en una nueva etapa ética, donde nuestros líderes políticos, pensaran mil veces, y controlarán el fenómeno psicológico del priming, ante la presencia del dinero de nuestros impuestos, que podrían obtener, a través de actos delictivos.  Es el fin de unos tecnócratas, basados en conductas pre-convencionales de su psicología moral.  Bienvenido sea el proceso de la caída de los peces gordos y de su rosario de mentiras, en los líderes políticos del Perú.

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Caretas. (8 de Marzo de 2001). caretas.pe. Recuperado el 04 de Febrero de 2017, de caretas.pe: http://www2.caretas.pe/2001/1660/articulos/zarai.phtml

Emol. (28 de Julio de 2001). emol.com. Recuperado el 2017 de Febrero de 03, de emol.com: http://www.emol.com/noticias/internacional/2001/07/28/61650/toledo-asumio-presidencia-de-peru.html

KAHNEMAN, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: DEBATE.

PALACIOS, R. M. (30 de Marzo de 2011). youtube.coom. Recuperado el 04 de Febrero de 2017, de youtube.com: https://www.youtube.com/watch?v=SmuNLkh7CeI

QUIROZ, A. W. (2013). Historia de la Corrupción en el Perú. Lima: IEP - idl .

RAMOS, J. L. (16 de Enero de 2017). youtube.com. Recuperado el 05 de Febrero de 2017, de youtube.com: https://www.youtube.com/watch?v=YUTdK_Rd5qs

WALKER, C. (2015). La Rebelión de Túpac Amarú. LIMA: IEP.