#PsicologíaDeLaReligión y Katty: mi credo psicoterapéutico

Te escucho como psicólogo y terapeuta.  A veces quisiera desaparecer mi rostro frente a ti, como en la pantalla virtual.  Sostengo tu grito como mujer; tu mirada; la modulación de tu voz resquebrajada sin poder pronunciar los sentimientos que te produce el relato que tejes frase por frase.  Pero ¿Qué es lo que estás narrando?

Mi hermana mayor, como te conté, se va a casar.  Mientras mi madre planchaba la ropa, como podía, me habló de cosas horribles, que yo sospechaba de ella hace muchos años.  Me contó de los dos abortos que tuvo, después que llegaron mis dos hermanos, ahora adolescentes.  Las infidelidades de mi padre fueron muchas, no quería tener hijos paralelos.  Esto jamás me lo había contado.  Me di cuenta de que algo horrible le pasaba, cuando íbamos a misa y no comulgaba algunas veces.  Yo le decía que después se confesara y ya…

La he visto llorar tantas veces a Katty pero esta vez, estaba sin medicación para la depresión que es constitutiva a ella desde hace mucho tiempo.  Esta vez sus lágrimas no tenían ese contexto.  En mi mente interrumpía la escucha terapéutica, pensaba en la confesión y mi pasado vinculado a la vida religiosa.  Iba tejiendo un credo en mi interior con el relato de una mujer sobre otra mujer.  Pienso en la confesión como mecanismo de manipulación utilizado por la religión desde que se inventó dicho ritual, contrario a lo que consignamos como el fundador de la religión cristiana.  La confesión se inventó para perpetuar el sistema patriarcal abusivo sobre hombres y mujeres, justificando todo tipo de violencias cruentas (GONZÁLEZ FAUS, 2006). Creo en la disidencia radical con el sistema religioso desde el siglo XV hasta nuestros días.  Entonces, viene el relato más fuerte de Katty:

Cuando mi padre me narró los hechos fue al revés.  Me dijo que no le permitió a su actual mujer abortar, por eso debieron tener un hijo.  Mi primer hermano fuera del matrimonio de mis padres.  Ahora le creo a mi madre y no a él.  No guardo rencor a mi padre.  Mi madre me contó las veces que mi padre le pegó.  Como sabes, yo no me acuerdo de mi pasado, como si lo hubiera borrado todo.  Solo me acuerdo de que una vez, mi padre vio una nota de la profesora y me arrancó todo el cuaderno y malogró mi mesita de estudio con su puño.  Ahora reconozco que fue un tipo de violencia.  ¡Ah! Sobre mi hermana, cuando la arrastró de los pelos y ella se orinó de miedo…

Vuelvo a interrumpir la atención a su relato. Ahora siento a una mujer hablando en nombre de otra mujer, en el contexto de una pre-boda (JOHNSON, 2004)Pienso en las veces que he tenido que escuchar los relatos violentos del contexto religioso.  Olvidé decir que Katty es dirigente de un grupo religioso.  Por eso la boda religiosa se asocia al relato de abuso que está narrando, como la encarnación de todos los males del patriarca contra quienes vigila y controla (FOUCAULT, 2019).  En este sistema patriarcal-religioso, como el sistema político en general, hace daño a mujeres y hombres (JOHNSON E. A., 2003).  Recuerdo aquel Obispo que quería que le besara el anillo, al finalizar el secreto de nuestra conversación sobre el próximo gobierno comunista que se venía y que debía tomar precauciones.  Luego, no dejó que diera clases en las instituciones de educación superior, por el desaire a besarle la mano.  O como el Obispo de la región donde vivo, acusado de abusos indecibles en la organización religiosa a la que pertenece, junto a su fundador de infeliz memoria: Luis Fernando Figari (SALINAS, 2015).  Creo en la desobediencia a esos patriarcas de la religión ni a la religión misma del Vaticano o de donde venga… vuelvo a las palabras de Katty:

No puedo decir lo que siento.  Quiero decir a mi madre que me siento humillada, con rabia.  Desconsolada.  Desamparada.  No puedo decir que me siento arrinconada y aplastada.  Que no siento rencor contra mi padre.  Siento dolor, como si me desgarran las entrañas… Un sufrimiento que tenemos que gestionar solas, como mujeres.  Siento mucho miedo decir lo que siento, por ella.  Estoy cargando su dolor… Por eso, no quiere ir al matrimonio religioso de mi hermana, porque estará mi padre con su mujer…

Comienzo por ver en mi interior a Katty, depositando su dolor ante mí, un terapeuta varón que intenta salir del patriarcado abusivo e internalizado.  Le devuelvo los sentimientos de dolor y rabia contenida para que ella los gestione.  La veo tomando conciencia de la gestión que tiene que hacer frente a su madre, hermana y a su padre.  Nada de reclamos, ni de ajustes de cuentas. Tres mujeres que tienen que hablar de sus sentimientos para derrumbar este sistema abusivo de poder y liberarnos de esta opresión de rosarios con indecibles sufrimientos.  ¿Y yo?  Creo en el dios que no predica la Iglesia Católica y todas las iglesias del mundo y me reafirmo en las fuertes convicciones del razonamiento que me hace feliz en mis afectos y emociones (GABRIEL, 2021), como la mirada de Katty sin medicamentos para su depresión, por el momento.  Desnudos frente a la sobrevivencia contra lo que hay que denunciar con nuestros propios cuerpos que buscan reivindicación (BUTLER, 2017) como movimiento psicológico imprescindible. 

¡Gracias Katty, en nombre de ellxs!

El Misti - archivo personal
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BUTLER, J. (2017). Cuerpos aliados y lucha política. Hacia una teoría performativa de la asamblea. Bogotá: Paidós.

FOUCAULT, M. (2019). Historia de la sexualidad IV. Las confesiones de la carne. Madrid: Siglo XXI.

GABRIEL, M. (2021). Ética para tiempos oscuros. Valores universales del siglo XXI. Barcelona: Pasado & presente.

GONZÁLEZ FAUS, J. I. (2006). La autoridad de la verdad. Momentos oscuros del magisterio eclesiástico. Santander: SAL TERRAE.

JOHNSON, E. (2004). Amigos de Dios y profetas; una interpretación teológica feminista de la comunión de los santos. Barcelona: HERDER.

JOHNSON, E. A. (2003). La Cristología hoy. Olas de renovación en el acceso a Jesús. Santander: Sal Terrae.

SALINAS, P. (2015). Mitad Monjes, mitad soldados. Lima: Planeta.

  

Comentarios

  1. Hola Billy. Interesante tu artículo que describe tu posicionamiento como terapeuta y psicólogo frente a una paciente. También percibo la dificultad que se enfrenta siendo varón frente a una mujer que ha sufrido abusos por parte de otro varón. Finalmente, coincido con los pensamientos finales sobre una iglesia en las cuales muchos miembros y fieles no siguen las palabras del Rabí, si no que han creado algo que se aleja de lo escrito en los evangelios (canónicos y hasta apócrifos) para constituirse en clericalismo y a veces hasta en una posición meramente farisaica.

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    1. Muchas gracias por tu opinión y perdona la tardanza de mi respuesta. Me alegra que coincidamos que somos testigos de posiciones farisaicas de clericalismo agobiante en nuestra realidad. Se expresa en todos los niveles: político, social, cultural y largo etc. Tenemos que alejarnos de esa dinámica para volver a construir, a través de la razón en la investigación, nuevas propuestas que nos reafirmen como sociedad adulta.

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  2. Billy, me olvidaba de preguntarte en el comentario anterior, ¿podría por favor poner un enlace a este artículo tuyo en mi blog?

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    1. Estimado Carlos, por supuesto que sí. Iniciar redes de diálogo horizontal es el objetivo para seguir creciendo humana y profesionalmente. Abrazos.

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