Psicoterapia de la historia del Perú en Zara.

Estamos mirándonos los rostros[i].  Te escucho tranquilamente, sin tratar de gritar, haciendo esfuerzo dentro de mis ojos para que no se asome una lágrima disimulada por el uso excesivo de la computadora, cuando en realidad la causa es el relato de tu historia, por la que estás aquí, querida Zara.  ¿Por qué decidiste hablar conmigo?

El psicólogo que me vio hace unos meses dijo que tenía una depresión profunda y que tenía que ir a un psiquiatra -entonces, agacha su mirada para no verla llorar-. Ya no he ido más porque no sé qué hacer con mi vida. Desde ese día todos me tratan como loca…

Zara no formó parte de los 167 mil residentes en Lima que querían volver a sus pueblos[ii], en plena pandemia. Paola, su hermana mayor de 23 años, junto a Jesica, su sobrinita de 4 años, y ella decidieron quedarse en la gran capital del Perú y no volver a la sierra.  Pero ¿Cómo llegaron a Lima?

Vivíamos en Lima, cuando mi padre se fue de la casa, yo era muy pequeña.  Tengo dos hermanas mayores.  La primera está mal de la cabeza y no se le puede dejar sola.  Paola, mi otra hermana, tenía que hacer todo.  Mi mamá se molestaba con ella.  Le pegaba fuerte porque a veces no entendía las cosas.  Yo también me tenía que esconder cuando llegaba a la casa, porque nos pegaba a las dos. Hasta que Paola cumplió los trece años y se escapó de la casa.  Me quedé con mi madre y mi hermana.  No sé por qué me pegaba tanto.  Me mandaba a la casa de mi madrina donde podía estudiar, porque allí había internet.  Regresaba corriendo, asustada porque si me demoraba un poquito me jalaba de los pelos y me mandaba a lavar la ropa o cocinar, rapidito nomás... hasta que me escapé cuando tenía 14 años… Llegué caminando hasta Comas.  Allí encontré a Paola y mi sobrinita…

Paola trabajaba para una empresa que contrataba una de las municipalidades de Lima, para limpieza pública.  Salía muy temprano.  Zara cuidaba de Jesica. Alquilaban un cuarto pequeño.  Zara tenía que continuar estudiando, por eso tuvo que ir a la casa de su madrina a traer sus cuadernos y demás.  Ese día fue encerrada y no le dejaron salir.  ¿Qué fue lo que pasó?

Me encerraron, que quitaron la ropa y me dieron una frazada para taparme. Decía que no salía hasta que llegara mi mamá.  Cuando llegó me pegó y dijo que nunca más me escapara.  Llamaron a la Paola para que se llevara a mi sobrinita.  Vi a Paola llegó cuando llegó y se fue con la Jesica de la mano.  Se fue a la comisaria a presentar la denuncia.  Luego vino la policía y me ayudó a salir.  Me hicieron preguntas y me dejaron ir con mi hermana, nuevamente.  A mi madre le obligaron a no acercarse… Me di cuenta de que Paola tosía mucho, cuando estaba en el cuarto.  Fue al hospital y la tuvieron harto tiempo esperando y le dijeron que no tenía Covid… hasta que después comenzó a escupir sangre…

Mi concentración se centró no solo en la violencia familiar de estas mujeres entre sí, sino también en el sistema sanitario en tiempos de emergencia.  Se concentró en la profunda tristeza de Zara, decepcionada por las condiciones en la que se lleva a cabo la atención sanitaria en nuestro país[iii], muestra de las relaciones estructurales a otros ámbitos de la vida de los ciudadanos. Tuvo que escupir sangre para que le dijeran que tenía tuberculosis (TBC).  Su salud fue decayendo.  Hasta que dejó de trabajar y unos familiares les ofrecieron su apoyo si volvían a la sierra.  Cuando estuvieron en su pueblo, la agonía se agudizó.  ¿Cómo así?

Cuando mis familiares se enteraron de la TBC no querían acercarse, porque decían que las tres estábamos contagiadas.  Fuimos a la posta y nos dieron tratamiento.  Mi sobrinita se curó rápido y yo también.  Paola empeoró y murió al comienzo de este año.  Me quedé sola con mi sobrinita.  Nos iban a llevar a un albergue, pero unos familiares dijeron que se hacían cargo de nosotras…

Entonces, llora desconsoladamente recordando a Paola.  Sus palabras calan en mi interior y siento que mis males congénitos se hacen más intensos ante la mirada y el silencio de Zara.  Entonces la psicoterapia se vuelve contextual y exigente con la exposición de la imperfección de la política actual, expresada a través de nuestros cuerpos[iv]. Rabia contenida, injusticia manifestada, muerte temprana que pudo evitarse.  No es la naturaleza humana lo que nos hace adultos, sino las condiciones sociales y culturales.  Ahora, Zara, tiene que soportar la recriminación de la familia por haber denunciado a su madre, propio de los modelos sociales del pasado (cultura posfigurativa)[v], donde el peso de los mayores son el motor de lo que “debe ser”.  El futuro no existe sino en los ojos de quienes sostienen las injusticias ancladas en lo mismo de siempre. Quizá el duelo que vivimos como país, no solo es producto de la pandemia sino por nuestras historias reivindicativas de injusticia que no encuentran una salida. Aquella que se manifiesta en nuestros cuerpos: terapeuta-paciente.  Volver a la esperanza, será un trabajo arduo.  Mientras tanto, la tarea de Zara para la próxima sesión nos da el camino hacia el futuro esperanzador de ella misma y del país: Volver al punto de partida.

Traeré las fotos de Paola para que la veas

Fotografía de Luisinho (Ayabaca)


[i] Los nombres están alterados.  Se cuenta con el consentimiento informado para la publicación de esta historia en el Centro de investigación e intervención psicológica: “La casa de Teresa” S.R.L. – Piura.

 

[ii] ZAPATA, Ralph; SANTOS, Geraldine; ESTRADA, Magali; TOVAR, Alicia; ATAMAÍN, Yanua; CHACON, Karin; CARRILLO, Jorge; CHÁVEZ, Claudia; CALLAPIÑA, Gustavo; CÁRDENAS, Clarys . (26 de abril de 2020). Ojo-público. Obtenido de ojo-pulico.com: https://ojo-publico.com/1786/desplazados-por-la-pandemia-la-travesia-de-los-mas-pobres

 

[iii] ROJAS, D. (2019). Diario de un interno de medicina. Aproximaciones a la educación médica y al sistema de salud en Lima, Perú. Lima: IEP, pág. 33.

 

[iv] BUTLER, J. (2017). Cuerpos aliados y lucha política. Hacía una teoría performativa de la asamblea. Bogotá: Paidós, pág. 17.

 

[v] MEAT, M, (2019). Cultura y compromiso. Estudios sobre la ruptura generacional. . Barcelona : Gedisa S.A. pág, 39.


Comentarios

  1. Waoo q triste lo que pasó con la Hermana de Zara , a veces nos cuesta creer de q existan madres malas, tenemos la idea muy metida de que tenemos que valorar a nuestros padres a pesar de... (Maltrato psicológico , violencia física), que hasta incluso la denuncia de Zara nos parece extraño y hasta cruel, cuando la realidad es al revés. Su hermana Paola a Zara, le dejado el mejor ejemplo de Resiliencia, cuando decidió irse de su casa, ahora es momento de ella de seguir por ese camino, empezando primero por sobrellevar y trascender en su Depresión profunda q tiene... Billy, ¿cómo sería empezar desde el punto d partida con la historia de Zara?

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    1. En realidad, estimado Clever, eso de etiquetar con diagnóstico como "depresión profunda" me parece una limitación muy marcada en nuestros colegas. No se puede clasificar de esa manera cuando llevas siete u ocho meses de duelo por una hermana, cuyos vínculos resilientes, han marcado la vida de Zara. Por otro lado, hay duelos que jamás culminan en la vida de la personas, de acuerdo a los vínculos intensos de la pérdida que han tenido. Éste es el caso. La historia del Perú es una historia de duelos, que como los de Zara, nos marcaron profundamente por los vínculos entre nosotros. Comenzar del punto de partida, es ayudar a vivir ese duelo con las fotos de Paola. Enfrentarnos al miedo de la pérdida, de la orfandad. Algo que debemos hacer también todos los peruanos. Volver a revisar (tipo fotos) toda nuestra historia para reinterpretarla y llenar de esperanza los "asomos" de resiliencia que nos queda. El camino psicoterapéutico que tendrá que continuar Zara será ése, hasta que logre el equilibrio de su locus de control. Saludos.

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  2. Cuánto dolor viven las niñas y jovencitas de nuestros barrios.
    Mis respetos y gratitud por su valioso trabajo.

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    1. Estamos juntos en ello. Lo importante es visibilizar el sufrimiento para darle el tratamiento que necesitan. Gracias a ti por tomarte el tiempo de leer y opinar.

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