Pensar moralmente; desde la Psicología de Luz Salgado
Señora Luz Salgado, por la
práctica psicológica sabemos muy bien que el ser humano asume el desarrollo del
juicio moral desde muy pequeño. La
forma más primitiva se da cuando el niño es consciente que no “debe” realizar
determinados comportamientos, porque sus mayores lo han corregido varias
veces. Aunque el pequeño no entienda el
lenguaje verbal, que justifique el no realizar determinadas actividades, si
entiende a través del castigo que no puede realizar dichas acciones. ¿Cómo así?
Por ejemplo, cuando se le corrige a un niño que no baje las escaleras de
la casa, porque se puede caer. Si no
obedece, la persona que lo cuida, le da pequeñas amonestaciones o castigos,
para que no realice dicha actividad de riesgo.
El niño obedece, pero no porque entienda que eso es dañino para su
salud, sino porque teme el castigo. Ese
es el nivel más primitivo del desarrollo del juicio moral. Los psicólogos le denominamos el primer nivel
pre-convencional, en el estadio 1. Por
eso, los niños suelen esconderse de la mirada de los padres para hacer las
actividades, que por miedo a ser castigados cuando los ven no pueden
realizarlas. ¿Existen adultos que tienen
este tipo de desarrollo juicio moral, aun cuando tengan una excelente formación
de post grado? Por supuesto que Sí. Ejemplo, cuando alguien acude a los cultos
todos los sábados, o a misa todos los domingos, por temor a ir al
infierno. Cuando una mujer sale
desesperada de una reunión de trabajo a su casa, porque su esposo se molesta si
llega tarde. Ante un sismo, algunos
rezan fervorosamente para que Dios nos siga castigando. Cuando a un colega se le obliga a enseñar su
voto ante todos, para saber si ha procedido según la consigna del grupo, o de
la lideresa. Son formas primitivas del
desarrollo del juicio moral. Los
psicólogos sabemos cómo actuar para desarrollar a otros niveles más elaborados
de nuestro pensamiento moral. ¿Cómo lo
hacemos?
Igual que los niños, se les va
entrenando a pensar más colectivamente, para llegar a un estadio 2, del nivel
pre-convencional. Así, los niños van
asimilando otra forma más elaborada de su pensamiento del desarrollo del juicio
moral. ¿Cómo así? Por ejemplo, si un niño le roba un lápiz a su
amigo, le decimos al niño, a través de juegos, que su amigo está triste por su lápiz. Le enseñamos otro lápiz más bonito, al niño
que robó. Le decimos que se lo damos y
que él devuelva el de su amigo. Así
ganan los dos. Estimada Señora Luz Salgado,
el niñito asimila que para obtener algo roba y tienen que darle uno a él para
devolver. Esto es instrumental. Si no quieren que baje por las escaleras o
robe un lápiz, tendrán que darle un caramelo u otro lápiz más llamativo. Esto sigue siendo una manera primitiva del
desarrollo del juicio moral, pero avanza un poquito más su pensamiento, al
Estadio 2, del nivel pre-convencional.
Esto es un gran avance. Esta
manera de pensar los juicios morales también se da en los adultos en su desarrollo del juicio
moral. ¿Cómo así? Por ejemplo, cuando un adulto le ofrece diez
oraciones a Dios para que le conceda un deseo.
Si Dios cumple, ellos cumplen la promesa. Si Dios no cumple, se culpan porque no lo
hicieron bien, entonces vuelven al ritual con otros ofrecimientos
instrumentales, negociables. Cuando un
profesor les dice que todos los alumnos aprobarán el curso si van a marchar el
28 de Julio a nombre de la Institución.
Muchas veces, alguien grita en una discusión y la otra persona afectada
grita más fuerte y se golpean mutuamente.
En algunos momentos hemos escuchado a Congresistas que gritan el
Presidente ha robado, entonces primero que él se someta a la justicia y luego
el resto también. Primero que se quite
la inmunidad el Presidente y luego que pida que se la quiten a los
Congresistas. Esa manera de pensar el
juicio moral es primitiva. Nosotros los
psicólogos sabemos perfectamente, que éstas es la manera en que piensan los
delincuentes, según los estudios de Kohlberg (1992). Por eso, un delincuente dice le pegué o
maté, porque no se dejó robar el celular, o puso resistencia para entregar sus
pertenencias. ¿Se puede, desde la psicología,
avanzar a otras etapas del desarrollo del juicio moral, y tener una convivencia
más tranquila? Por supuesto que sí.
A través de ejercicios psicoterapéuticos,
señora Luz Salgado, se puede lograr que avancemos a otras etapas del
pensamiento moral, en las personas. El
otro nivel, le denominamos Convencional.
El ser humano está listo para entender las normas y respetarlas. También tiene dos estadios, o etapas. Se respeta a las personas que asumen las
leyes en beneficio de los demás. La característica
principal, es que aplican la ley a rajatabla.
Eso mismo los hace autoritarios.
No pueden pensar en situaciones personales de las personas. Por resumirlo burdamente. En este nivel, las personas no les importan
si un familiar se muere, pero no le ayudan porque tienen que cumplir con algo
que les manda un acuerdo que han tenido, o una norma a cumplir. Pero, no voy a desarrollar este nivel del
desarrollo del juicio moral. Tampoco me
voy a extender en el tercer nivel post-convencional, al que tenemos que
alcanzar todos. Porque en ese nivel ya
podríamos hablar de justicia, paz, armonía o derechos humanos. Es a lo que aspiramos los psicólogos en nuestro
trabajo profesional. No me extiendo,
porque hasta aquí ya no tengo ejemplos entre ustedes para ilustrar mejor ese
nivel. ¿Por qué?

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GILLIGAN, C. (1994). La Moral y la Teoría.
México D.F.: Fondo de Cultura económica.
KOHLBERG, L. (1992). Psicología
del desarrollo moral. Bilbao: Desclée de Brower S.A.
KOHLBERG, Lawrence, POWER, F. C. y HIGGINS, A. (2002). La educación moral. Barcelona: Gedisa S.A.
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