Psicología de la corrupción, instrumentalizando el gozo de la Copa América 2019
La selección nacional de fútbol ha
hecho un trabajo de equipo muy bueno, en la Copa América 2019. Ha
sido un resumen de lo que es el Perú en estos últimos años: puede
caer con una goleada, en lo mas hondo de una motivación arcaica de
tipo reactiva, como revertir y convertirse en una motivación adulta
no reactiva, para lograr objetivos a corto y largo plazo. Sin
protagonismos absolutistas o narcisistas. Sin embargo, no es del
fútbol lo que deseo comentar. Sino del empeño de grupos de poder
corruptos por instrumentalizar estas victorias del seleccionado,
para beneficio de su red corrupta. Así lo ha demostrado la opinión de Jaime De Althaus y Luz Salgado ¿Qué puede decir la psicología
respecto a la mentalidad corrupta de nosotros mismos?, es lo que
hemos conversado esta semana, mientras disfrutábamos del fútbol, sin
bajar la guardia de los puñales que nos podían clavar con actos
delictivos.
Los profesores abrían bien sus
pupilas, mientras intentamos resolver el por qué en los Centros Educativos no
permiten que la psicología trabaje seriamente con los alumnos en las
cuestiones del pensamiento del juicio moral. Claro, esta interrogante irrumpe después de haber hecho una práctica de cómo procesamos la
información a través de los sistemas de pensamiento. Es una
cuestión matemática, de cálculo. Algorítmica. Los Sistemas 1 y
2 de nuestro pensamiento. El Sistema 1, trabaja automáticamente. El Sistema 2, trabaja de
forma ociosa, asintiendo lo que el 1 le dicta. Lo que nos dice el
psicólogo premio nobel, que este trabajo mínimo realizado por el
sistema 2, da su consentimiento al sistema 1, para ejecutar una acción que la convierte en creencia y los impulsos, acciones voluntarias
(motivación no reactiva o intrínseca). ¿Qué quiere decir esto?
Si hay muchos automóviles pasando en la
calle que intento cruzar, sin semáforo de ayuda, espero o que los
automóviles disminuyan totalmente la velocidad, o que dejen un
espacio entre un grupo y otro, que me de tiempo para cruzar caminando. Pero jamás, arrojarme a correr e intentar ganarles en
velocidad para ir al otro lado. El Sistema 1, es el que insiste
en cruzar la pista en condiciones óptimas, para lograr el objetivo
deseado. El sistema 2, pone resistencia y le da el visto bueno, para
ejecutar. Normalmente el 2 no hace mucho esfuerzo, porque confía en
el trabajo algorítmico del 1. Sucede de manera rápida y oportuna.
Y así, soluciona uno de los primeros dilemas del día. Es tal
la costumbre, el hábito, que no hace falta pensar lento, como
cambiar la ruta y caminar hacia donde esté el pase peatonal y haya
un semáforo de por medio. ¿Qué tiene que ver esto con el
pensamiento del desarrollo del juicio moral, para evitar la
corrupción? Mucho.
En cuestión de segundos, nuestro
cerebro, comienza la gran tarea de los dos sistemas, cuando se le
presenta un dilema. Por ejemplo: necesito dinero para ir a mi centro
de trabajo en transporte público. Hay un dinero en la repisa del
comedor. Lo he visto varios días. Pero hoy, la conciencia se pone
en alerta (sistema 1) de la existencia de ese dinero. ¿Tomo ese dinero y nadie se dará cuenta?
Además, lleva varios días y “normal”. Nadie dirá nada, porque
el objetivo no es un delito (sistema 2), procede. El experto en
psicología del desarrollo se da cuenta que hay varios pasos que han obviado los sistemas, para ejecutar dicha acción normalmente,
por una falta de ejercicio mental, que se sujete al algorítmico
cerebral. ¿Cómo así?
Lo primero que el algoritmo cerebral
hace, en cuestión de segundos, es lo siguiente: Paso 1.
Sensibilizarse con el problema. Este dinero está allí varios días
y nadie lo ha necesitado. Hoy lo necesito, porque no tengo dinero para
trasladarme. Nadie ha dicho esto es mío, a pesar que vivimos dos
personas aquí. Supongo que no se dará cuenta. Supongo también
que el dinero es del otro. Si se da cuenta, le diré que fue para
una acción necesaria. El dinero está disponible, creo yo (sistema
1). Paso 2. Analizo varias respuestas. Dejo una nota diciendo que me apropié del dinero. Me apropio del dinero y luego
lo comunico. Lo llamo por celular para pedir permiso. Si nos
estimamos ambos, sabrá comprender si no digo algo y me apropio.
Paso 3. Elige una de las acciones: Apropiarse del dinero y luego le
comunica, dada la confianza que se tienen (sistema 2). Paso 4.
Ejecuta la acción de apropiarse del dinero, para trasladarse al
centro de trabajo y luego comunicarlo (sistema 1). Así las cosas, ha consumado el
proceso algoritmo del juicio moral del accionar. Es la manera
normal como se procesa la información en el cerebro. ¿Cuándo se
produce la falla de un pensamiento del juicio moral errado?
Cuando del paso primero, por la fuerza
del entrenamiento, da el salto al paso cuarto, de forma automática.
Porque siempre ha sido de esa manera. El sistema 2 hace el mínimo
esfuerzo posible, para salir del problema inmediatamente. ¿Cómo se podría explicar mejor el comportamiento ante este dilema?
Dilema: necesita dinero para
transportarse. Paso 1. Toma conciencia del dinero de la repisa del
comedor. Paso 4. Ejecuta la acción de tomar el dinero, por la
confianza que se tienen. Al obviar los pasos 2 y 3, trabajo que debe
realizar el sistema 2 del cerebro, sucede una disfunción que se
denomina disonancia cognitiva. Porque tengo la premisa clara que es un robo,
al tomar un dinero que no es mío. Pero, dada la confianza, no
creará mayor problema. El robo se hace normal y hasta me incomoda si es que el otro, hace un juicio sobre ese accionar,
diciendo que soy un ladrón, por la falta de confianza en mí. Y,
¿Esto suele suceder en el sistema educativo de la familia y la
Escuela peruana? Por supuesto que si. ¿Cómo?
Cuando desde muy pequeños, no se ha
respetado los procesos algorítmicos del cerebro y se obvian los
pasos consecutivos. Por ejemplo, cuando un niño se apropia del juguete de su hermano y
le obligamos a devolverlo y pedirle disculpas con un beso a su
hermano. El paso 1 y el paso 4 en acción. Le ahorramos el trabajo al Sistema 2.
Lo volvemos ocioso. Es el pensamiento propio de los niños, en
cuanto al desarrollo del juicio moral. Así como también, es el
pensamiento de los delincuentes adultos, según los estudios psicológicos. Por eso, Jaime De Althaus dijo, en medio del gozo del Copa América 2019, que la razón del encarcelamiento preventivo de la lideresa de
Fuerza Popular, no es un delito. Obviando el sistema 2 de su
cerebro. Es decir, pasando de largo que el hecho de haber organizado
el evento de los cocteles generó miles de soles, suficientes para
su campaña, tal como lo han afirmado hasta el momento. Engañaron
al Perú entero, con esa afirmación. Cuando afirma ahora que el dinero lo recibió
directamente de Odebrecht, que para efectos legales no es delito. ¿Y el engaño? De
ahí que, inmediatamente respondió la veterana congresista, Luz
Salgado, diciendo que hay verdaderos delincuentes. Obviando el
sistema 2 de su cerebro, en la afirmación de su autoría que hay falsos delincuentes, que en buena cuenta son ellos. Delincuentes al fin, aunque falsos. No es
solamente lo que dicen, sino la disonancia que se da, para excusar
los delitos de corrupción. Han pensado como niños no entrenados en el paso 2 y 3, del algoritmo cerebral. ¿Qué repercusiones tiene esto para
nuestra vida común?
Si seguimos pensando rápido, sin
ejercitar el Sistema 2, y siguiendo los algoritmos cerebrales para
procesar la información de nuestros juicios morales, seguiremos
cruzando la calle sin la señal peatonal, ni utilizando el semáforo,
poniendo en riesgo la vida de muchos. ¿Necesitamos mayor formación académica para mejorar nuestros juicios morales? Así tenga estudios superiores y
grados académicos de alto nivel, los juicios morales seguirán siendo
infantiles, como los delincuentes adultos. ¿Si pensamos despacio, trabajando el sistema 2, garantizará mejores acciones morales en el futuro? No. Pero las
probabilidades de mejorar, moralmente, son elevadas, afirma las investigaciones de la psicología. ¿Lo ponemos en práctica?
____
KAHNEMAN, Daniel, 2012,
Pensar rápido, pensar despacio, Traducción de Joaquín Chamorro
Mielque, DEBATE, Barcelona.
KOHLBERG,
Lawrence, 1992. Psicología del desarrollo moral. 2ª. Ed.
Desclée de Brower S.A. Bilbao.
Comentarios