Psicología del Desarrollo Inclusivo: Cajamarca - Arequipa.
Estimados Iris y Jorge, necesitaba
escuchar sus experiencias con los pastores de Puna, a 4 mil metros de
altura. Desgarrador y esperanzador por
lo vivido desde el trabajo profesional que realizan. Recordé mi paso por Finaya (4313 msnm), donde
caminaba como astronauta con los pastores de la Puna. Fui testigo de esa realidad, al igual que
ustedes, amigos míos. ¿Cómo leer desde
la psicología, el proceso inclusivo que podrían tener para el desarrollo las
poblaciones pobres en el Perú, donde no existen centros educativos, por ejemplo? Nos preguntamos.
La documentación que tenemos es
el estudio realizado en dos realidades de ciudades mineras: Cajamarca y
Arequipa. Desde esa investigación la
psicología comunitaria tendría que abordar la promoción de la calidad de vida,
reducir los problemas sociales y proponer soluciones en consonancia con las necesidades
sociales del entorno. ¿Cómo se conjuga
esto con los análisis hechos de la economía y las políticas públicas? En psicología trabajamos mucho con el carácter y
el temperamento (personalidad) de cada individuo. Ello comporta continuos sucesos a lo largo de
la vida, que tiene que ver con los objetivos, expectativas, estándares y
preocupaciones de cada uno de los pobladores en un determinado lugar. Estos matices psicológicos, están
condicionados y re-pensados en cada generación con la cultura y sistemas de
valores. De ahí, que cada individuo
tiene una cosmovisión, manera de ver de la vida, que va en consonancia con el
conjunto de la población. Tiene una
percepción, que en psicología denominamos: Calidad de vida. ¿Qué significa todo esta teoría en términos
prácticos? Que la población y cada
individuo sienta que poseen bienestar físico.
Que su salud esté garantizada, al igual que su estado emocional. Libre de situaciones de alto grado de estrés
y autoconcepto positivo. Libres de
cualquier humillación, en una relación patógena de patrón-peón, amo-esclavo, a
través de sus relaciones interpersonales.
Desarrollo personal. Es decir,
posibilidades de ser trascendentes para romper los límites geográficos de
desplazamiento frecuente y los límites personales para progresar. Por supuesto, que todo ello incluye el
bienestar material, sin tal base es muy difícil avanzar hacia el desarrollo
comunitario. Respeto a la autonomía de
cada individuo y de la comunidad, como la autodeterminación en sus decisiones y
un sistema legal que incluya el respeto a sus derechos humanos. Cuando nos dimos cuenta, de nuestra
conversación, el dolor que nos causa esos recuerdos, que ninguno de estos
requisitos se cumple en los pastores de puna, o se cumplen a medias. ¿Qué tiene que ver esa realidad, con el
estudio comparativo realizado en Cajamarca y Arequipa, hace 10 años
aproximadamente?
El estudio parte de una premisa
fundamental: “…cuanto mayor es el grado de educación de los funcionarios, más
preparados están para formular e implementar políticas públicas, lo que mejora
la gestión, y para realizar un gasto público más efectivo.” Esto significa, en
términos psicológicos, gestionar las relaciones de poder, ya no solo en sus
autoridades, sino de manera circular. Es
decir, distribuir el poder en la comunidad con sus autoridades. Hacia allí tiene que estar dirigida la
educación, como elemento fundamental para el desarrollo. Esto tiene que ver con el autoconcepto
positivo de cada uno de sus pobladores y de la comunidad en su conjunto. Ejercitar el poder, que implica una
interacción horizontal en las relaciones interpersonales: de tú a tú. Algo por lo que lucha, por ejemplo, Máxima
Acuña, en Cajamarca. Esta Región tiene
los ingresos de las minas como Arequipa
Sin embargo, no ha logrado el desarrollo que se espera. No ha invertido en la formación de su
población. Ello se debe al poco dinamismo económico interno,
dicen los expertos. ¿Qué significa esto?
Que no ha tomado en cuenta la provisión de bienes públicos en su región, para
satisfacer necesidades: alimentación, vestido, vivienda, educación, entre otros
elementos básicos. Sobre todo,
alimentación y formación. No existían
centros de formación básica, técnica y universitaria con altos estándares. El enfoque educativo, en Cajamarca, es fundamentalmente
“psicopedagógico”. Aunque esto implica
mejor orden y más práctico, en términos administrativos para la formación
básica y superior, se ha obviado el enfoque “socio-educativo”, que está
encaminado a la productividad del entorno.
Mejorando la economía local. Es
más complejo, pero más asentado en la realidad del entorno. Cuestión que en Arequipa si ha sido
redistribuida con Centros Educativos del Estado y de la empresa privada. ¿Qué consecuencias psicológicas trae consigo
esta aplicación en sus pobladores? Que
el cajamarquino no se siente capaz de superar académicamente a los “extraños”
que llegan a trabajar en su región. El
autoconcepto es negativo. No focalizan
el problema, lo que implica reacciones violentas, hacia lo que se considera el
patrón explotador, en la figura de la mina o de cualquier autoridad. La manera de ver la vida, cosmovisión, se ve
afectada por la percepción de estar siendo constantemente engañados. Los
puestos de trabajo de obrero no calificados, son el único lugar que ofrece las
empresas en su región para los propios pobladores de la zona. Esto tiene grandes repercusiones en los
conflictos sociales de Cajamarca. Otra de
las razones, que impiden el desarrollo es la poca inversión en capital
humano. ¿Cómo se entiende
esta aseveración? Que las empresas públicas y privadas, contraten a los
pobladores del entorno, para todos los cargos posibles. Esa inversión implica prepararlos desde los
estudios básicos hasta los superiores; colegios, técnicos y
universitarios. Al no hacer esta
inversión, tanto los funcionarios públicos como la empresa privada, tiene que
traer expertos de otras regiones como Lima, Arequipa, Piura y demás
regiones. Todo lo que implica, en las
relaciones interpersonales de interculturalidad, sumado al resentimiento
racista del “extraño”, genera unas relaciones de poder verticales, difíciles de
superar, sino se trabaja en conjunto, a través de políticas de inversión en la
formación de sus pobladores. Finalmente,
el tercer aspecto, que tiene repercusiones psicológicas serias es la falta de logros en la Institucionalidad política. ¿Cómo debo entender este aspecto, desde la
psicología? Que las negociaciones sean a largo plazo, sin personalismos. Esto da mayor estabilidad a las políticas
públicas, que impliquen a las voces organizadas de la población, en reglas
claras. Esto garantizaría la
distribución de esta inversión en el centro de la Región y sus poblados
alrededor. ¿Será por eso, que en este
momento se tiene un ex gobernador condenado penalmente, porque no ha podido
romper el caudillismo personalista, que impide aterrizar en la
institucionalidad política? Claves que
ha tenido en cuenta la Región Arequipa, que en este momento, 2019-2020, ha
ingresado a un camino conflictivo socialmente al intentar resquebrajar este
último aspecto. Hay una base que da
mucha esperanza, para que no se rompa este límite muy importante para la salud psicológica
comunitaria de su población. ¿Cómo
podríamos sintetizar, desde la psicología, todo lo dicho hasta aquí?
La gran tarea que tenemos en este
bicentenario es reemplazar la “mentalidad post esclavista y colonialista por un
pensamiento independiente basado en la justicia.” Por eso Finaya y las otras poblaciones de
pastores de Puna, tendrían que ir por esa misma ruta. Tenemos que ser capaces de lograr la salud
psicológica de las poblaciones de nuestra patria, en aras de una mejor calidad
de vida. Asumamos ese reto cuando
vayamos a las urnas este domingo 26 de enero.
No a los partidos tradicionales representantes de grupos de poder
corruptos y no de la ciudadanía.
Espero verlos pronto Iris y Jorge, en esta apasionante tarea de vivir
y morir, por nuestros pueblos.
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BARRANTES,
Roxana- CUENCA, Ricardo y MOREL, Jorge. (2012). Las posibilidades del
desarrollo inclusivo: Dos historias regionales. Lima: IEP.
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HOMBRADOS MENDIETA,
M. I. (2013). Manual de psicología comunitaria. Madrid: SINTESIS.
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