"¡No te duermas Paúl!"; desafío de la psicología para el Perú de hoy.

 Carlos:

Al escuchar un sonido fuerte en la total oscuridad del autobús, reconoció de inmediato que se trataba de un disparo. Su mente lo transportó a aquel día en que, mientras trabajaba con otra orquesta, fueron asaltados en la carretera. En esa ocasión, los delincuentes intentaron obligarlos a descender del vehículo para robarlos; al negarse, uno de los integrantes fue herido de bala en la pierna. Aunque sangraba, lograron llegar al hospital más cercano. ¡Ese sonido le era inconfundible! Se arrojó al suelo del autobús y escuchó más disparos. El miedo lo invadió. Oyó a alguien quejarse de dolor. Las luces del autobús se encendieron por unos segundos. Alguien exclamaba: "No te duermas, Paúl". 

Solo rodando por el mundo
con un dolor profundo
y sin poder llorar

Luego la escarcha de los años
cubriendo como un paño
mi angustia y mi penar (1)

"Por qué ahora" era la canción que había escuchado con Paúl esa misma mañana. Fueron juntos a tomar un caldo de gallina en su lugar habitual para reponerse. La noche anterior, habían conversado sobre las composiciones pendientes. En la reunión estuvieron Luis, Patricia, Paúl y Carlos. Carlos se inspiraba en las composiciones que creaba junto a Paúl. Rieron mucho. Bebieron whisky. En un momento, Luis quiso agradecer a Paúl por haberlo llevado a trabajar a la orquesta. Carlos también expresó su gratitud. Recordaron cómo llegaron a trabajar juntos en el famoso grupo de cumbia. 

Le miro a los ojos, se le humedecen.  

Luego, contempló el vacío y recordó sus viajes por Europa y Estados Unidos. Con Paúl, viajó al extranjero por primera vez. Nada hacía suponer la tragedia que vivirían horas después. Incluso al llegar al hospital, quería pensar que era una broma más de Paúl, llevándolos a todos allí. Hasta que volvieron a la puerta de emergencias y los rostros de quienes estaban dentro gritaban lo que no querían creer. Pienso en la activación del cortisol que ocurre en situaciones como las que vivió Carlos. Nos entrenan en la universidad para desactivarlo (2). Reflexiono sobre el esfuerzo que debía hacer Carlos para llevar esas escenas al nivel prefrontal ventromedial (3), para que jamás olvide esa escena y pueda enfrentarla, con todo lo que Paúl había significado en su vida.

Francisco:

Después del concierto (“Chivo” le llaman en la jerga artística), escucharon atentamente las instrucciones del director de la orquesta. Les señaló las fallas que habían tenido, como era costumbre tras cada presentación. Sólo tomó unos minutos. Al terminar, apagaron las luces del autobús para descansar. Todo quedó en absoluta oscuridad. Entonces, sintió el primer impacto. En un instante, recordó las conversaciones de sus padres sobre las extorsiones. Su cuerpo reaccionó por instinto: Se inclinó hacia adelante sin pensar. A su alrededor, se oían quejidos, muy cerca de él. En cuestión de segundos, encendieron las luces del autobús y vio que Paúl estaba cubierto de sangre. Alguien intentaba ayudarlo. Su botella de agua estaba junto a él. La apartó para que no estorbara. Luego, se palpó con desesperación, buscando alguna herida. No encontró nada. Pero el pensamiento lo golpeó de inmediato: “esa bala iba dirigida a mí”.  Las luces volvieron a apagarse. Y entonces escuchó: “No te duermas, Paúl”.

voy a tomar veneno para olvidarte

no quiero seguir sufriendo

quiero olvidar el momento

quiero morir, quiero apagar mi dolor

si sabes cuanto te quiero

si sabes cuanto te amo (2)

Francisco admiraba a Paúl cada vez que lo veía cantar en el escenario: Veneno para olvidar. Sabía que para cantar existían tres tipos de voces: la voz de pecho, la voz de cabeza y la voz mixta. Paúl dominaba la voz mixta, y Francisco aspiraba a lograrlo. Ensayaba constantemente para alcanzarlo. Desde su regreso del extranjero, trabaja en la orquesta. Es el más joven del grupo. Sin embargo, cada vez que cierra los ojos, los recuerdos del oscuro momento en el autobús lo asaltan. No quiere quedarse solo. Se esfuerza por mostrarse fuerte al narrar los hechos, pero un nudo se le forma en la garganta. Su voz se apaga, queda en silencio. Agacha la cabeza y cubre su rostro con las manos. No puede seguir hablando. Respira hondo y retoma el diálogo. En sus manos, el pomo de agua de aquel día. Aquel mismo pomo con el que descendió del autobús rumbo al hospital. Lo llevaba consigo cuando, en el cafetín, recibió la peor noticia: Paúl estaba en emergencia. Se apresuró hasta la puerta del hospital, seguido por los demás. Nadie quería hablar, sólo ver, sólo constatar. Preguntó por Paúl. Le dijeron que su estado era reservado. Pero los rostros del gerente y del asistente, que recibían la noticia en el interior, decían otra cosa. Pidió ir a casa. Temblaba. No quería mirar nada. Al llegar, todos lo abrazaron, pero el vacío en su pecho y el nudo en su garganta no desaparecieron. Cerró los ojos y todo quedó oscuro. 

Pienso en aquello que Francisco no puede nombrar, porque lo que vivió no tiene nombre (5). En el poco tiempo que compartió con Paúl, los unió su pasión por la música, la lucha contra la soledad en la capital y en el extranjero, la entrega a sus sueños. Lo que nunca pudo decirle, pero sella el registro de su amistad (6) y se expresa en el simbolismo del pomo de agua…

Percy:

Estaba intentando dormir en el bus, como siempre lo hace después de pasar de un “Chivo” a otro. Había recibido las instrucciones del director y era tiempo de descansar. Cuando sintió que, por la ventana, en su lado derecho, retumbó fuerte. Pensó que era una piedra, muy cerca de sus pies. A veces los seguidores de la banda suelen hacer eso para llamar la atención. En cuestión de segundos escuchó en la parte de atrás, que era bala, que se tiraran al piso. Esa bala le rompió el pantalón. La bala le rozó el pie derecho.  Se dio cuenta después, cuando bajó del autobús. Cuando se tiró en medio del bus, ya había varios tirados. La única imagen que se vino a su mente fue de Angelita, su hija pequeñita. Sintió que su corazón latía muy fuerte. No podía dejar de pensar en su hija, que se podía quedar sola, sin padre. Tenía mucho miedo que le disparan. Escuchó otros disparos seguidos. Pensó que iba a morir. Sintió terror dejar a Angelita sola, con un padre muerto. Escuchó que se quejaban. No sabía quién era. Luego escuchó que decían: “No te duermas Paúl”.

Para olvidar tu querer, chiquita

Para dejarte de amar, negrita

Voy a tomar veneno para olvidar

Y quiero que al morir tus ojos

No lloren por este amor que nunca

Supiste amar, supiste corresponder (1)

"Veneno para olvidar" es la canción que lo transporta al recuerdo de Paúl cantándola. Su mirada permanece serena mientras relata sus sentimientos. Los sucesos de aquel día le hicieron revivir su vida en un instante: las luchas de su madre por criarlo a él y a sus hermanos, la ausencia perpetua de su padre, un padre "muerto".  Se prometió no repetir esa historia con su pequeña. Al regresar, la abrazó entre lágrimas, besándola sin cesar. Hasta hoy, necesita dormir a su lado para encontrar calma y alejar las malditas pesadillas que lo persiguen.

Pienso en tantas vidas hechas retazos (7), en este país donde debemos reconstruirnos sobre las ausencias de quienes deberían protegernos. Percy desafía mis conocimientos, buscando entender la relajación como un paliativo inútil antes de volver a la lucha por enfrentar nuestro mundo (8). Para eso está la psicología: para transformar a esos padres "muertos" en figuras que protejan, evitando que la historia de desamparo se repita.

archivo personal.
#NoQueremosMorir
Más de 20,000 mil ciudadanos salieron a las calles del Perú a los pocos días del suceso, exigiendo la renuncia del ministro del interior y la salida de la presidenta, después de los miles de Paúles, que murieron en forma similar en pocos meses.


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1.

Rafael "salsamante" Lopez. salsamantes.com. [Online].; 2011.. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Uw1D9AAvRkQ.

2.

Sapolsky R. Por qué las cebras no tienen úlcera? La guía del estrés. primera ed. madrid: Alianza editorial; 2008.

3.

Sapolsky RM. Compórtate. La biología que hay detrás de nuestros mejores y peores comportamientos. Primera ed. Titivillus , editor.: Epu Libre; 2019.

4.

Chapoñay P. youtube.com. [Online].; 1999.. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=6crcV0f-r-s.

5.

Bonnett P. Lo que no tiene nombre. Primera edición ed. Bogotá: ALFAGUARA; 2013.

6.

Dunbar R. Amigos. El poder de nuestras relaciones más importantes. Primera ed. Barcelona: Paidós Ibérica; 2023.

7.

Bonnett P. Qué hacer con estos retazos Bogotá: ALFAGUARA; 2022.

8.

Gonzáles Serrano JC. Una fiosofía de la resistencia: contra la manipulación emocional. primera ed. Barcelona: Destino; 2024.

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