La hondura Rusa y la comedia norteamericana, juntas.

Nada mejor que viajar a la capital, por una cuestión de estudios, y sacarle el máximo provecho posible: amigos, teatro y largas conversaciones.  Todo es impresionante.  Me quiero centrar, en el reencuentro con la literatura Rusa y el Teatro.  Ambos, sintetizan lo vivido este fin de semana.  Hace muchos años que no me vinculaba con la hondura psicológica de Chéjov, a través de sus dramaturgia.  Esta vez, con los retoques del escritor norteamericano Durang; con el cual se hizo famoso.

Cassandra resume el esfuerzo personal, subjetivo, de interpretar todos lo signos posibles por entender y predecir el futuro, de los acontecimientos en la vida diaria de cada uno.  Aquello que no logramos entender.  Que solo lo simbólico, de nuestra actividad diaria, podría dar una explicación a todo.  Mirados con el tiempo, se convierte en cómico.  Sonia el desamparo en la que viven millones de personas, que han aprendido, con el sufrimiento y angustia, a vivir así toda su vida.  Aquellxs que han tejido, o les han tejido muros, para no salir de aquella situación.  Masha, es la idiotización de las alienaciones, también subjetivas, a las que aspiramos de alguna manera, para vivir cómodamente, sin que nos pueda afectar la realidad, ni nada.  Spike, el colmo de esa alienación, sin prejuicios de ninguna índole.  Es lo líquido que comenzaba a emerger en nuestra historia, y que hoy se ha consolidado, en todos los ámbitos de nuestra vida.  Vanya es el personaje principal, que me impactó, emocional y racionalmente.  Todos estos personajes, recogen muy bien la intención y situación de Antón Chéjov.

Vanya, Alberto Isola, estremece con su personaje taciturno y meditabundo.  En su monólogo, despierta la ilusión por volver a las relaciones interpersonales en su más original impulso pasional.  Rompe con el silencio aterrador del desamparo, para tratar de devolver la ilusión por volvernos a encontrar.  Su secreto escondido, jamás explicitado, la represión emocional, el borreguismo inducido e interesado y el despertar emocional por lo irreverente, es estremecedora aquella escena reivindicativa.  Solo este momento escénico, resume lo vivido este fin de semana con los estudios sobre psicoterapia, el encuentro con mis amigos, primos y mis entrañables hermanos, aunque solo haya sido momentos.

Realmente, David Carrillo ha hecho un excelente trabajo.  Llegué al final de la temporada.  Como siempre, Plan 9 y teatro Larco, son mi point favorito cuando voy a la Capital.  Nos vemos pronto.



 

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