Omisión de la psicología del ageism, en las propuestas presidenciales
Sin la mayor reflexión hemos
omitido un salto cuantitativo y cualitativo a una de nuestras etapas de la vida,
que nuestra psicología se reprime para hablar de ella. Nos avergüenza, humilla y nos hace descartables. Todos esos sentimientos psicológicos afloran
a la piel, por eso lo escondemos. Esta
pandemia ha tenido especial preferencia por recluirlos de manera
preferencial. ¡Exacto! Estoy hablando
del adulto mayor. En mi mente pasan
todos los rostros y nombres que desde el 2020 hasta la fecha atiendo
diariamente en psicoterapia. Ningún candidatx
presidencial habla del tema como propuesta.
¿Será por el factor psicológico del ageism, como lo menciona Butler
Es un fenómeno psicológico que se
manifiesta a través de muchos prejuicios acerca de la vejez (SALVAREZZA,1988). Por ejemplo, son amargadxs, ya no pueden
hacer nada, aburridxs, no son aseadxs, etc.
Esta etapa de la vida está plagada de estereotipos: son personas
vulnerables, ahora más que nunca de moda;
han perdido todo deseo de practicar el sexo; se inclinan mucho por la religión; prefieren
estar en silencio todo el tiempo; repiten lo mismo para sentirse bien,
etc. Finalmente, son discriminadxs: No
hay suficientes asientos en los parques o calles para ellxs; Los baños públicos
no tienen agarradores; los edificios omiten el ascensor; los diseños de
viviendas tienden a poner los dormitorios en el segundo piso; no existen suficientes
rampas en las calles, avenidas o lugares públicos; son explotadxs por los hijos
para la crianza de los nietxs, etc.
¿Cómo se traduce estos rasgos psicológicos en cifras?
El 2012 la Comisión económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), advertía que dentro de 25 años habría
más adultos mayores niños, en nuestra Región
Pienso en don Alberto, que me
llamaron urgente para atenderlo, porque se agudizó su depresión en pleno
confinamiento obligatorio. Es ingeniero
de minas. Jubilado hace más de 10
años. Casi nunca vivió con su familia,
porque estaba internado en los campamentos mineros. Tuvo que lidiar con una esposa “que no me fue
fiel, por mi culpa…”. Se sentía inútil
en casa. Se habían mudado desde hace
muchos años a una ciudad grande, cuando nació su primer hijo. Su casa era grande y preciosa. Se sentía orgulloso cuando hablaba de la casa
que construyó, donde vive ahora él y su mujer.
Sus hijos partieron con sus propias familias. Siente la inutilidad de la casa, pero también
la inutilidad de no saber hacer las cosas del hogar. Su mujer, adulta mayor también siente lo mismo. No le perdona
haber descubierto figuras pornográficas en el celular de él. Eso le ayuda a “mantenerlo a raya”. No maneja el auto, porque su esposa se lo
impide. Ella hace las compras, porque él
no sabe hacerlas. Nunca las hizo en su
vida. No conoce mucho a los vecinos,
porque quien ha estado todo el tiempo en casa ha sido su esposa. Es que la vejez no es igual para varones y mujeres
después de la jubilación o cuando ya se deja de tener fuerza para trabajar en
la chacra. Veo los ojos llorosos de
muchos ancianxs en mi consulta. Ellas
hartas de la inutilidad de ellos, o super explotadas por la familia, y ellos
sintiéndose inservibles y desechables.
La muerte no tiene características psicológicas diferentes. Pero ellas, a pesar de sus propias
patologías, que también son diferentes de unos y otras, se sienten explotadas,
no solo por el marido que “no hace nada”, sino también por los hijos, cuando
crían a sus nietos y los cuidan. Son las
cuidadoras, donde sus trabajos se hacen infinitos y la crudeza de la
explotación sin seguros de salud, por haber estado en convivencia, sin ser la “mujer
de matrimonio”, en la mayoría de los casos, en el campo o la ciudad. Viven del
plato de comida que proporcionan los hijxs, porque no pueden más o porque
consideran que es un deber que tengan esa labor. En psicología afirmamos que sí hay discriminación
de género en el atardecer de la vida, que no los estamos tomando en serio. En confinamiento, no han estado sin hacer
nada, quien sabe si más explotadxs y tensxs que antes, porque los adultos de la casa
tienen que salir a trabajar, cuando se vive en sectores pobres, o trabajos
virtuales en algunos sectores medios o ricos.
En esta segunda ola, la pandemia está afectando a éstos adultos que son
la oferta para la poca demanda laboral, así lo exige la productividad del mercado. ¿Cómo serán los
adultos mayores dentro de 14 años que nos falta, según la CEPAL, para superar
la cantidad de niños?
Serán ancianos desprotegidos de
una pensión, al menos los de la ciudad que tuvieron un trabajo formal. Muchos de nosotros hemos retirado el fondo de
pensiones (AFP). El Sistema Nacional de
Pensiones (SNP) no alcanza para los gastos de salud, vivienda y alimentación,
en la vejez. Dependemos de los menos
adultos. Mañana nos juntaremos a
nuestros adultos mayores que cuidamos hoy, pero tendremos menos ingresos de lo
que esperamos. Esta pandemia no nos da
para invertir en nuevos negocios creativos que se hagan sostenibles en el
tiempo y lo que recibimos de las AFP se nos habrá esfumado completamente en un
par de años, si es que aún no se ha consumido.
¿Cuál es la alternativa de los candidatxs a la presidencia del Perú, que
nos ayuden a enfrentar esta situación en los próximo cinco años, para vencer el
ageism y las condiciones de vida, cuando se esté ocultando el sol y
presentarnos con dignidad por el camino recorrido?
Entonces pienso en don Mateo de 84 años; doña Rosa 67 años; doña Lucía 74; don Francisco 66; don Máximo 71; mi madre y yo, mirándonos a los ojos buscando una salida a la angustia, de la ansiedad inevitable habiendo hecho las cosas correctamente en nuestra vida, sin embargo, sintiendo que algo no está bien en este sistema para nosotros en el sunset de la vida.
![]() |
Ollantaytambo - foto de Pablo Del Valle |
-----------------
CHÁVEZ YACILA, R. (14 de Marzo de 2021). OJOPÚBLICO.
Obtenido de ojo-publico.com:
https://ojo-publico.com/2560/mas-de-625-mil-adultos-mayores-no-asegurados-sin-fecha-de-vacunacion
FERICGLA, J. M. (2002).
ENVEJECER; Una antropología de la ancianidad. Barcelona: Herder.
HUENCHUAN, S. (2012).
Derechos de las personas mayores en el Siglo XXI; Las mujeres mayores y el
envejecimiento con dignidad. En S. MONTAÑO VIRREIRA, Derechos de las
personas mayores en el siglo XXI. (pág. 222). México D.F.: Naciones
Unidas - CEPAL.
Comentarios