Psicología del cuerpo. Gestionar la vida y la muerte.

Cierro mis ojos, para dormir un rato, mientras los brazos me duelen por la posición donde pasa el corticoide y el hierro. Mi cuerpo está poroso y pinchado. Respira junto a mis compañeros de sufrimiento. ¿Acaso no es mejor calidad de vida lo que están reclamando otros cuerpos en América del Sur? Veo la solidaridad de todo un equipo sanitario que sale en nuestra ayuda. Todos hacen lo posible para resistir a la batalla contra quienes inventaron leyes para oprimir nuestros cuerpos. Exprimirlos. Matarlos poco a poco, de tal manera que les permita vivir privilegiadamente a ese pequeño grupo de personas. No son los diagnósticos congénitos o heredados, los que nos hacen sufrir, en esta habitación de observación. El personal sanitario lo sabe. El cuerpo comienza a sentir esperanza. ¿Esperanza, de qué? Arnau Tovar "El regalo". Soy del pequeño grupo de privilegiados (35% aproximadamente) en mi país, que cuenta con el Seguro...