La psiquiatría y psicología se besan
Voy a ver una película al centro de Piura. Quiero distraerme un rato, como me gusta. Las butacas que están junto a la barra de contención en la parte delantera son mi lugar favorito. Puedo estirar los pies, permanecer algunos momentos como si estuviera semi acostado. Salgo del cine. Es de noche. Hace frío. Decido ir al centro de la ciudad caminando. Me encuentro con una feria de libros, entre la catedral y la plaza de armas. Las librerías de siempre están allí, vendiendo libros de segunda mano. Se va la luz. ¡Así es mi ciudad! Salgo de los stands y en la esquina está el bar del hotel de turistas. Decido ir por un pisco sour. Mi ciudad, mi país, tiene rasgos esquizofrénicos también. ¡Alucinante! No me entiendo. No entiendo mis emociones. Siempre ha sido así. Fue horrible estar con mi familia nueve años en Argentina. Era el apestoso del colegio. El que jamás tendría una insignia con la bandera de ese país. Odiaba estar allí. Cuando saqué el primer lugar el colegi