El grito de Rosaura: sexualidad, trauma y dignidad

Rosaura, de 41 años, llegó a consulta con una decisión clara: quería divorciarse. Su testimonio revelaba no solo el impacto emocional de la violencia, sino también las consecuencias físicas y simbólicas que dejó en su cuerpo. “Una amiga me contó que había visto a mi esposo entrar al burdel. Cuando regresó, lo enfrenté. Tenía lápiz labial en el cuello. Lo aceptó. Me sentí sucia, humillada. Desde ese momento tuve un buen pretexto para dejarlo. Me dijo que iba allí porque yo no le cumplía como mujer…” La sexualidad, cuando es vivida sin respeto ni consentimiento, puede convertirse en un espacio de trauma. Comprenderla exige integrar el desarrollo moral (Kohlberg, 1992; Gilligan, 2025), la ética del cuidado y el reconocimiento de la dignidad del otro. La psicología escucha con empatía, sin juicio, y acompaña desde una postura ética que proteje la vulnerabilidad del paciente. La frase “no le cumplía como mujer” marcó el inicio de una etapa de violencia sexual sistemática en la vida de R...