Psicología de lo que no tiene nombre

Él conversa sobre su experiencia profesional y yo imagino el sufrimiento de una mujer que narra con profundo dolor el suicidio de su hijo adolescente, producto de la esquizofrenia (1) . Desde esa lectura no he vuelto a ser el mismo ante el dolor de una madre. Años después lo sentiría en mi madre ante la muerte repentina de mi hermano menor. Algo de “lo que no tiene nombre”. Pero, aquí tengo a un compañero, narrándome su experiencia de ese estilo, que no me deja en paz, hasta que escriba estas líneas. Dejé de trabajar por la suspensión perfecta, en la emergencia del Covid-19, Cuando se nos envió al confinamiento. Me costó ver la baja productividad de mi empresa. Era una granja. Tuvieron que ser sacrificados más de 20 mil animales, porque no había forma de vender o comercializar la carne. El panorama fue desolador. Por un lado, la gente que no tenía que comer y nosotros sin poder regalar ese alimento… El dolor enlutó al Perú,...